Moonlight, uno de los títulos candidatos al Oscar a la Mejor Película (además de tener otras 7  nominaciones, incluyendo Mejor director), es un excelente tríptico coming age sobre la vida de Chiron, un chico al que su condición de negro homosexual de clase baja en Miami, además de su carácter introspectivo y el negocio de drogas que se desarrolla en el barrio donde vive, le trae algunas complicaciones, que ha de afrontar. Es una cinta que, a partir de unos personajes carismáticos y un peculiar ritmo narrativo, habla, en suma, de identidad (“es importante que sepas quién eres”, le dice en una escena a Chiron el personaje que interpreta el actor Mahersala Alhi, que a más de uno le sonará por House of cards), además de ofrecer un relato más coyuntural sobre la población negra de ciertos estratos sociales de Estados Unidos, de las drogas, la pobreza y el despertar de la homosexualidad, así como la amistad, la solidaridad, el amor, el paso del tiempo y cómo se forja el carácter. El director de la cinta, Barry Jenkins, que ya nos sorprendió con Medicine for the melancholy, refleja la infancia, adolescencia y el comienzo de la edad adulta de este personaje que interpretan Alex Hibbert, Ashton Sanders y Trevante Rhodes, respectivamente. Como Manchester frente al mar, otra de las películas candidatas a los galardones de Hollywood, se enmarca en el llamado cine independiente, aunque responde a un estilo muy personal.