Hace diez años la gala de entrega de los premis Goya del Cine español se convirtió en una ceremonia reivindicativa contra la guerra de Irak.

 



Este año, el sindicato Unión de Actores y Actrices de la Comunidad de Madrid llama a través de un comunicado a la "reflexión" a todos aquellos que participen en la misma. Desde la libertad personal de cada uno, insta a "aprovechar" el acto  para protestar contra la crisis, los recortes o el paro.
"¿Qué harían los maestros si dispusieran de dos horas en directo en la 1 de Televisión Española el próximo domingo por la noche, en horario de máxima audiencia? ¿Qué harían los trabajadores de la Sanidad Pública? ¿Qué harían las personas en paro? ¿Qué harían las personas a quienes sacan por la fuerza de sus casas al no poder hacer frente a las deudas con los bancos?"

Es la respuesta a las palabras del presidente de la Academia de Cine, Enrique González Macho, quien advirtió de la gala no era un sitio para reivindicaciones y abogó por referencias a la situación actual, empezando por el guión, "un tono de gala, educado y, sobre todo, con fundamento". En declaraciones a la agencia EFE se mostró "inflexible" ante posibles ataques y advirtió de que la gala no es sitio para reivindicaciones.

El diario ABC ha sido tajante y ha pedido a TVE que no emita la gala. Para el diario, esta situación es "un fiel reflejo de que la mansedumbre de la izquierda hacia los gobiernos de Rodríguez Zapatero no tiene nada que ver con la fiereza que muestra cuando gobierna el Partido Popular".

En un suelto editorial titulado "sectarismo en la gala de los Goya", ve "lamentable" que estos sectores de la izquierda pretendan convertir al ministro Wert y su equipo de Cultura en "chivos expiatorios del partidismo sectario de unos cuantos manipuladores". Aprovecha la ocasión para recordar que el PP "goza de una legítima mayoría absoluta conseguida limpiamente en las urnas". No dice nada, por cierto, del incumplimiento del programa electoral ni de los recortes.