Los delitos cibernéticos han crecido exponencialmente en los últimos años (un 85% desde 2015, 104 al día) y las técnicas usadas son cada vez más sofisticadas, como la que usa la trama de las multas falsas de radares. 

Los ciberdelincuentes envían un correo electrónico a conductores, identificándose como la Dirección General de Tráfico (DGT), y le comunican que han sido multados por exceso de velocidad. Una estafa en toda regla. La notificación consta del nombre y apellidos del destinatario, razón e importe de la multa, además de la fecha y el  lugar donde se realizó. Una multa en la que también aparecerá la fotografía del coche, a la que el usuario accede tras pinchar en un enlace. Entonces se descargará un archivo a través del que  los estafadores accederán a todo tipo de contraseñas y claves, incluidas las utilizadas para pagar con tarjeta bancarias o las de la propia cuenta. 

La DGT nunca envía emails

El mensaje parece muy realista, ya que incluye los artículos de las leyes de las infracciones que supuestamente se están cometiendo, pero hay que saber que la Dirección General de Tráfico nunca notificará una multa de tráfico a través de un correo electrónico, ya que siempre lo hace por carta certificada.

La persona que reciba un correo electrónico de estas características debe borrarlo cuanto antes y ponerse en contacto con el Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil.