Continúa el goteo de información sobre el operativo del Cuerpo Nacional de Inteligencia (CNI) con los terroristas de Barcelona y Cambrils. Los discípulos del imán yihadista de Ripoll eran escuchados por los agentes a menos de una semana de que perpetraran los ataques terroristas, según ha desvelado el diario Público.

El citado medio recoge los informes reservados que el CNI envió al equipo de investigadores de los tres cuerpos policiales, y de la Fiscalía, que trabajan en el caso para esclarecer los hechos. En este informe se evidencia que los agentes escuchaban y anotaban todas y cada una de las conversaciones que los terroristas mantenían a través de sus smartphones.

En el texto se relata la travesía que Omar Hichamy – hermano pequeño de Mohamed – y el autor de los atropellos en Las Ramblas, Younes Abouyaaqoub. El viaje se produjo entre “el 11 y el 12 de agosto del año 2017”, cuatro días antes de que el chalet donde se encontraba Es Satty explotara mientras este manipulaba los artefactos. Una deflagración que desembocó en la improvisación de los discípulos del imán un día después en Las Ramblas.

Escuchas minuto a minuto

 “…ambos salieron de España por el paso de Aragnouet [por la A-138 que llega a Francia desde Bielsa] el día 11.08.2017 a las 11:36 horas. Para ello, utilizaron el mencionado A-3 [citado en el artículo de ayer]”.

“El día 11.08.2017 llegaron a las 20.22 h a París, donde se alojaron en el B&B Malakoff, sito en el barrio del mismo nombre a las afueras de la capital francesa”.

Los analistas del CNI pincharon los teléfonos de los dos terroristas, pues, acto seguido, especifican con todo detalle las llamadas y búsquedas en Internet que hicieron desde sus terminales.

“Omar Hichamy buscó por internet ese mismo día el Hotel Hibiscus (66 Rue de Malte, 75011 París), en el que no llegaron a alojarse. Sin embargo, no se ha detectado una búsqueda similar para el B&B Malakoff”.

“Dos comunicaciones realizadas por Mohamed Hichamy señalan que este conocía los detalles del viaje, ya que hace una llamada cuando Youness y Omar están en el hotel, y al día siguiente, antes de cruzar la frontera franco-española. Además, espera su vuelta al día siguiente para mantener un encuentro”.

La intervención de los terminales, en los casos más habituales, se limita a la geolocalización de los aparatos involucrados, el registro de llamadas y la detección de los accesos a Internet, conocidos en el argot de inteligencia como “tarificaciones telefónicas”. El informe del CNI al que ha tenido acceso Público, parecía seguir el mismo modus operandi en este sentido. No obstante, en el párrafo posterior, los agentes del CNI cometen una equivocación:

“Las conversaciones se realizan con los números asociados a Omar y Youness (34600314111 y 34612526378), pero las conversaciones acaban siendo, en las dos ocasiones, entre Mohamed Hichamy y Younes Abouyaaqoub, que corta las frases para no desvelar detalles de sus actividades concretas”.

Esto quiere decir que los agentes no sólo controlaban el registro de llamadas, sino que también escuchaban el contenido de las llamadas para un control más exhaustivo. Algo bastante sorprendente cuando se trata de un grupo de jóvenes que no tenían vínculos con el terrorismo por aquel entonces.

El cabecilla de la trama, al que no estaban escuchando sino que actuaba como confidente, informó a los agentes del CNI que ejercían como sus controladores del denominado “Comando Ripoll”, por lo que decidieron pinchar todos y cada uno de los terminales de los jóvenes para escuchar sus conversaciones. Esta vigilancia extrema queda patente en la meticulosidad del siguiente párrafo del informe.

“Día 12.08.2017
Abouyaaqoub y Hichamy pagaron la factura del hotel en efectivo y se desplazaron con el vehículo a la estación de Haussman-St. Lazare, en el centro de París, donde estacionaron el coche. Se dirigieron a FNAC y compraron una cámara de fotos modelo Canon, por importe de 129 €”.

“Sólo estuvieron aparcados durante 21 minutos (entrada a las 10:41 – salida a las 11:02), lo que podría indicar un conocimiento previo de la zona y que tenían decidido lo que iban a comprar”
[…]

“A las 11:02 h, el vehículo Audi A3 abandonó el parking, detectándose posteriormente la presencia de Younes y Omar en la zona de la Torre Eiffel”.
[…]

“Tras esta visita se dirigieron a un bar-tabac entre las zonas de la Defense y Courbevoie y adquirieron dos tarjetas SIM para navegar por internet:

"33753620618. Dan la identidad falsa Rachid Ezzouzi. Activada este mismo día a las 15:19 h en Francia, cerca de la frontera con España".

"33751214021. Aportan la identidad falsa Hassan Lahmani. Activada el 15.08.2017en Francia, cerca de la frontera con España".

El servicio secreto español controlaba todos y cada uno de los pasos del grupo de terroristas, al menos, hasta sólo unos pocos días antes de que los jóvenes perpetraran los atentados en Barcelona y Cambrils. Esto se debía, presuntamente, a las informaciones facilitadas por Es Satty en su papel de confidente.

Un mando de la Policía, preguntado por Público, aseguró que “con los confidentes de alto nivel nunca sabes si ellos trabajan para ti o tú para ellos”. El citado diario, además, asegura conocer que hasta la mañana del día posterior a los ataques terroristas no se borró definitivamente la ficha de Es Satty como informador de las bases de datos del servicio secreto. No obstante, asegura que no puede aportar datos sobre esto “por la protección de la identidad de sus fuentes”.