Hace cuatro años que el servicio de Cirugía Torácica del  Hospital Universitario Rey Juan Carlos, integrado en la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid, se estrenó con la cirugía robótica, una práctica en la que el cirujano, en lugar de estar al pie del paciente, está a los mandos de una consola con sus ojos puestos en unas lentes 3D.

Se trata de una técnica mucho más precisa, puesto que “se elimina completamente el temblor de la mano y podemos girar el instrumental en angulaciones mejores que en otros tipos de cirugía”, indica a ELPLURAL.COM el doctor Ignacio Muguruza, jefe del citado servicio. Pero las ventajas no acaban aquí, porque, además, la visión del campo quirúrgico está muy mejorada, de manera que “lesiones de apenas uno o dos centímetros las vemos muy magnificadas, en 3D y con un gran detalle, lo que es muy útil en cirugías delicadas como la de los tumores de mediastino posterior”, explica. “Permite ver detalles que se apreciarían peor de otro modo”, añade.  

Con los años, el equipo de este hospital madrileño, ha ido aumentando la complejidad de los procedimientos llevados a cabo mediante el sistema Da Vinci (tumores de mediastino, timectomías y resecciones segmentarias de pulmón) hasta llegar a practicar una lobectomía totalmente robotizada, la primera que se lleva a cabo en un centro público de la Comunidad de Madrid. “Consiste en quitar uno de los lóbulos del pulmón completo, una práctica que se emplea fundamentalmente en casos de cáncer, aunque también puede aplicarse a otras patologías”, detalla este especialista. 

“Era una cirugía agresiva, que hace años tenía una mortalidad más alta”, subraya. Sin embargo, hoy en día, “es bastante segura”, matiza. “Estamos en cifras de mortalidad ya inferiores al 1%”, gracias a la incorporación de técnicas mínimamente invasivas.

Menos complicaciones y mejor recuperación

Con la cirugía robótica, al igual que con la toracoscópica, el riesgo de complicaciones se reduce de forma muy importante, la repercusión de la operación en la calidad de vida es mucho menor y la recuperación del paciente es sustancialmente más rápida.  En comparación con una cirugía abierta “no tiene nada que ver ni el dolor ni la capacidad respiratoria, aspectos que son de vida o muerte en algunos pacientes que están al límite”, precisa este cirujano. 

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Ventajas en los casos de cáncer

Del mismo modo, y según los estudios que se han hecho a nivel internacional, es igual de segura y ofrece resultados, en lo que respecta a riesgos y complicaciones, muy similares a la cirugía videotoracoscópica. Sin embargo, presenta menos complicaciones que la cirugía abierta y ofrece una pequeña ventaja oncológica. “Permite eliminar más ganglios hiliares”, destaca el doctor Muguruza.

A falta de estudios más amplios en este sentido, no hay duda de que la cirugía robótica “es una apuesta de futuro”, añade.

El futuro de la cirugía

Este médico tiene claro que el porvenir de la cirugía pasa por la robotización de los procedimientos. “Estamos trabajando con el primer robot quirúrgico, y lo que estamos manejando seguro que no tendrá nada que ver con los robots del futuro”, afirma, pero “si no estamos ahí, dentro de cinco años podemos estar fuera de juego”.

El jefe de Cirugía Torácica del Hospital Rey Juan Carlos se muestra convencido de que este tipo de sistemas experimentará una gran revolución en los próximos años, al igual que ocurrirá en muchas otras áreas, aunque precisa: “aquí los pasos se dan más lentamente, porque hay en juego vidas y debemos asegurarnos de que la técnica es segura antes de aplicarla”.

De hecho, el objetivo para los próximos años es claro: "Aumentar el volumen de este tipo de cirugías y formar a otros profesionales en estas intervenciones” concluye.