La Conferencia de Rectores (CRUE) se reunirá en los próximos días para adoptar una postura común sobre la decisión del ministro de Universidades, Manuel Castells, de eliminar las carreras de tres años y sustituirlas por grados de cuatro años. El borrador del Real Decreto elaborado por el Ministerio parece ser que no ha tenido una buena acogida.

El texto, presentado por el secretario general, José Manuel Pingarrón, impone un nuevo modelo por el que todos los grados de tres años deberán obligatoriamente aumentar su duración a cuatro años, como exigían Unidas Podemos y los sindicatos, que denuncian que el modelo de 3+2 aprobado durante el Gobierno de Mariano Rajoy es más costoso para los estudiantes, que deben enfrentar el pago de dos años de máster.

El número dos de Universidades justificó que "no tenía sentido mantener esta doble vía que lo único que crea es confusión" y que "no se puede adquirir los mismos conocimientos en cuatro años que en tres".

Un borrador anterior mantenía el 3+2

En un borrador anterior, de hace un año, Manuel Castells apostaba por un modelo más flexible en el que se mantenía el denominado 3+2 (grado de tres años y máster de dos) con el 4+1 (grado de cuatro años y máster de uno). Esto ha cambiado en el último texto presentado por el Ministerio.

La reforma realizada por el exministro del PP José Ignacio Wert en 2015  establecía que los grados de tres años sólo afectara a 24 especialidades de un total de 3.880. Se trataba de casos muy concretos de contenidos nuevos, según explican rectores que están en contra del borrador de Castells, en declaraciones publicadas hoy por el diario El Mundo.

Rectores contra el cambio de modelo

El rector de la Universidad Autónoma de Barcelona y presidente de la Asociación Catalana de Universidades Públicas (Acup), Javier Lafuente, ha señalado que "decir que todos los grados de tres años deben volver a cuatro años no tiene sentido. No es un paso correcto en la autonomía universitaria, resta flexibilidad al sistema y nos aleja de la mayoría de países europeos, donde hay más titulaciones de tres años que de cuatro".

Josep Maria Garrell, rector de la Universidad Ramon Llull de Barcelona, cree que "ir cambiando el sistema cada poco tiempo genera inseguridad jurídica" y defiende que "los grados de tres años atienden unas necesidades del mercado ocupacional y llenan un vacío. Si los pasamos a cuatro años se generarán problemas para los que se han titulado".

La CRUE defiende la "autonomía" de las universidades

Juan Francisco Julià, vicepresidente de la CRUE, considera que aunque el modelo imperante es el 4+1 "estaría bien no limitar en el futuro" la opción de los tres años "a aquellas universidades que, en el ejercicio de su autonomía, lo pudiera considerar", porque "probablemente haya nuevos perfiles curriculares" que se adapten mejor al 3+2.