Las exigencias y prohibiciones del primer ministro ultraderechista de Hungría, Viktor Orbán, no han conseguido silenciar la reivindicación de la sociedad húngara que este sábado ha salido a la calle para defender los derechos del colectivo LGTBI. Desde las 14:00 horas multitud de personas se han concentrado en la Plaza del Ayuntamiento de Budapest en un año en el que la igualdad de derechos se ha visto mermada ante el auge de la extrema derecha representada por Orbán.
A pesar de las advertencias de multas de hasta 200.000 forintos (cerca de 500 euros), la ciudad ha seguido adelante apoyada también por su alcalde progresista, Gergely Karácsony. De hecho, este ha declarado la marcha del Orgullo como celebración oficial de la capital, sin necesitar permisos oficiales al no aplicarse la normativa sobre reuniones públicas.
Asimismo, al margen del alcalde, más de 70 eurodiputados y políticos socialdemócratas, liberales y ecologistas de diferentes países han anunciado su participación, entre ellos varios altos cargos del Gobierno de España, como el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, o la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz. Precisamente ante este respaldo institucional, el partido parlamentario de extrema derecha Mi Hazánk ha anunciado para esta misma tarde una contramanifestación autorizada por la policía, que está previsto que, seguramente, se celebre cerca del recorrido del Orgullo.
La enmienda de Orbán
La manifestación de este sábado se produce después de que el gobierno húngaro aprobara esta mes de junio una enmienda que incorpora en la Constitución el binarismo de género y la protección de los menores, una medida encaminada a recortar los derechos de la comunidad LGTBI. La enmienda constitucional, aprobada con 140 votos a favor y 21 en contra, determina que solo existen dos sexos biológicos –hombres y mujeres–, lo que dificultará que las personas de la comunidad trans puedan llevar a cabo cirugías de reasignación. Esto se añade a otras legislaciones promulgadas, cuyo objetivo es limitar los derechos de la comunidad LGBTI, como la prohibición de eventos del Orgullo y el uso de identificación facial para multar a aquellos que participan en dichos eventos.
Esta enmienda resalta que el derecho de los niños a su protección física, mental y moral prevalece sobre los demás derechos fundamentales, incluyendo el de reunión, pero exceptuando el derecho a la vida, según ha recogido la agencia de noticias Index. Dicha legislación prohíbe la “representación o promoción” de la homosexualidad a menores. “Estamos protegiendo el desarrollo de los niños”, ha garantizado el primer ministro húngaro este lunes en sus redes sociales. “Reafirmamos que una persona nace o hombre o mujer y nos oponemos firmemente en contra de las drogas y las interferencias extranjeras”, afirma, añadiendo que “en Hungría, el sentido común importa”.
Con esta modificación, el Gobierno húngaro busca apuntalar la prohibición del Orgullo después de que a mediados de marzo el Parlamento vetase la celebración, tema que se ha repetido en la jornada de este lunes en los alrededores de la Asamblea. Amnistía Internacional ha denunciado las prohibiciones del gobierno húngaro como un “ataque frontal” contra los derechos de la comunidad LGBTI.
El mensaje de Sánchez
Después de conocerse el veto de la ultraderecha húngara, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha invitado a nuestro país “a los que no pueden alzar la voz en sus países”, en contraposición así al dictamen húngaro. “España no es Hungría, y permítame la simplificación porque evidentemente la sociedad húngara merece todo nuestro respeto. España no es Hungría, pero las calles de Madrid sí serán las de Budapest, porque este Orgullo reivindicamos todo lo que nos queda por conquistar aquí, pero también lo que hacemos por todos aquellos que no pueden alzar la voz en sus países. A todos ellos les digo, España es vuestra casa", ha reivindicado en el acto por el XX Aniversario del Matrimonio Igualitario, celebrado en Madrid.
En los mismos términos, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, advertía de que "no hay derechos irreversibles" y recalcó que el Gobierno no va a tolerar "un paso atrás" en derechos LGTBI: "Este mundo se ha vuelto muy violento. Se ha vuelto peligroso, se ha vuelto tenebroso. Y la Internacional del Odio ha enfocado precisamente en la diversidad, su rencor, su odio, porque sabe, la Internacional del Odio y de la mentira, que una sociedad diversa es más difícil de someter, que la simplificación, la simpleza de una sociedad y una comunidad es mucho más fácil de dominar, es mucho más fácil de someter", subrayó.
En este sentido, Redondo llamó a ser el "dique de contención" frente a la "ola reaccionaria" ultraderechista. Motivo por el cual, avanzó que viajará a Hungría para "defender la diversidad, el orgullo de ser libres, de ser iguales, de ser diversos": "Y estaremos en Budapest, por supuesto, pero también dentro de nuestro país, frente a quienes no quieren colocar las maravillosas y multicolores banderas del Orgullo", defendió.