Isabel Díaz Ayuso ha rechazado poner la bandera LGTB porque considera que el Tribunal Supremo no permite colocarla en los edificios públicos. El Gobierno regional ya tomó tal decisión el año pasado y se agarra a una sentencia del tribunal que rechaza la colocación de insignias independentistas, después de que Más Madrid exigiera lucir la bandera arcoris. Sin embargo, desde Sol apuntan a una alternativa y aseguran a este periódico que "si nos piden iluminar la fachada la noche del comienzo de las fiestas [en el Orgullo], seguramente demos permiso, como con otras asociaciones, instituciones y países".

Este 17 de mayo se celebra el Día Internacional contra la homofobia, lesbofobia, bifobia y transfobia. Y la Ley 3/2016, de 22 de julio, de Protección Integral contra LGTBIfobia y la Discriminación por Razón de Orientación e Identidad Sexual en la Comunidad de Madrid que aprobó Cristina Cifuentes exige que "tanto la Asamblea de Madrid como la Comunidad de Madrid instalarán la bandera arcoíris LGTBI en la sede de Presidencia y sede de la Asamblea de Madrid con motivo de tal celebración".

El partido de Mónica García exigió al Ejecutivo madrileño la colocación de la bandera LGTB como marca la Ley Regional, pero según ha podido saber este medio Ayuso rechaza poner la bandera amparándose en una resolución del Tribunal Supremo como excusa. "Legalmente, no podemos", señalan a ElPlural.com desde Sol. Se refieren a la sentencia de la Sala Tercera, de lo Contencioso-Administrativo, del Tribunal Supremo, que el 1 de junio de 2020 anuló un acuerdo del Pleno del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife de 2016 que decidió colgar la bandera nacionalista canaria (con siete estrellas verdes) en el Consistorio. 

Entonces, el Supremo fijó como doctrina que “no es la bandera oficial, por lo que no puede atribuírsele la representatividad del pueblo canario como defiende el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife”. Sin embargo, el Defensor del Pueblo, tras consulta del Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia, ya señaló que la sentencia del Supremo no se aplicaba para enseñas de movimientos sociales y colectivos, sino que se refería a aquellas con connotaciones políticas y/o independentistas, por lo que no se incumpliría la ley si se enarbola la bandera arcoiris del Movimiento LGTBI.

 

La sentencia del Tribunal Supremo, a las puertas de la celebración del Orgullo, ya supuso una lucha ideológica el año pasado. Tanto Ayuso en Sol, como el alcalde José Luis Martínez-Almeida en la sede del Ayuntamiento de Cibeles (ambos gobiernos apoyados por Vox), se agarraron a esa decisión del Alto Tribunal para negarse a enarbolar la bandera arcoiris por primera vez en muchos años. De hecho, la situación protagonizó una de las múltiples polémicas internas entre Partido Popular y Ciudadanos. El entonces vicepresidente regional, Ignacio Aguado, sí colgó la enseña arcoiris, pero en la sede de la Vicepresidencia. Y, por otra parte, la Asamblea de Madrid sí colgó la bandera, al encontrarse bajo la Presidencia de la formación naranja, aunque lo hizo con una lona en una barandilla. Algo que volverá a pasar este año, antes de que la Cámara regional se renueva por las elecciones del 4 de mayo y se confirme la desaparición de Ciudadanos en la vida parlamentaria de Madrid.

Fuentes del Gobierno de la Comunidad de Madrid aseguran a ElPlural.com que hay impedimentos legales para colocar la bandera, aunque abren la puerta a iluminar la fachada con la bandera arcoiris cuando llegue la fiesta del Orgullo, de manera similar a como se hizo con la bandera de España en la Puerta del Sol en Nochevieja. "Si nos piden iluminar la fachada la noche del comienzo de las fiestas, seguramente demos permiso, como con otras asociaciones, instituciones y países", señalan.