La cirugía avanza imparable hacia intervenciones cada vez menos invasivas, incluso para patologías complejas.  Las formas de trabajar en el espacio quirúrgico han experimentado importantísimos cambios y seguirán haciéndolo en las próximas décadas gracias las nuevas dotaciones tecnológicas.

En este sentido, el Hospital Universitario Rey Juan Carlos, integrado en la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid, ha dado un paso más con la incorporación a sus instalaciones de un quirófano híbrido de última generación que convierte al centro en referente.

La principal diferencia con respecto a un quirófano convencional es que incluye “un arco radiológico fijo que nos permite guiarnos en los procedimientos con una imagen en vivo”, explica a ELPLURAL.COM el doctor Tomás Bolívar, Jefe Asociado del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del citado centro.

Esto implica un importante avance con respecto a lo que se utilizaba hasta el momento, “arcos portátiles fundamentalmente, mucho más limitados en cuanto a prestaciones y calidad de imagen”, matiza.

Más seguro y eficaz

Las ventajas de este nuevo sistema son sustanciales. Además de emitir menos radiación, “la calidad de la imagen supone una diferencia importante”, apunta este especialista.  Del mismo modo, tiene “muchas herramientas que permiten mejorar la adquisición de imágenes, sin que ello implique mayor radiación” lo que beneficia, tanto al paciente, como al personal sanitario que realiza la intervención y que está sometido a ella.

“La imagen de por sí nos permite trabajar de forma que se reduce de manera importante el margen de error de la operación”, y al mismo tiempo, “podemos utilizar unas herramientas de software muy avanzadas para hacer reconstrucciones en tres dimensiones y navegar a través de los vasos con los catéteres mediante una superposición de imágenes a la imagen en vivo”, añade. Las pruebas radiológicas: escáneres, resonancias, etc, se obtienen de manera ambulatoria antes del procedimiento, lo que posibilita “reducir la radiación durante la intervención y limitar la cantidad de contraste, el cual que tiene sus posibles efectos secundarios”, aclara el doctor Bolívar.

Todo esto se traduce en mayor seguridad y menor tiempo de intervención.  

“Antes se utilizaban las imágenes obtenidas en el propio quirófano” recuerda este médico, pero, al poder integrar las pruebas previas se acortan los tiempos.  Que la calidad sea mayor también influye. “No se necesitan imágenes repetidas para cosas que antes no se veían bien. Con una única inyección de contraste ya podemos marcar la zona que necesitamos para trabajar”, puntualiza.

Con el modelo Hybrid OR la recuperación del paciente es también más rápida y, por tanto, el tiempo, que tiene que pasar en el hospital, tanto en la Unidad de Cuidados Intensivos como en planta, es menor.

Cirugía vascular y otras especialidades

El nuevo equipo permite “realizar procedimientos quirúrgicos convencionales, mínimamente invasivos con acceso percutáneo, o una combinación de ambos (cirugía híbrida) en un mismo paciente, al mismo tiempo y en la misma sala quirúrgica”, precisa este facultativo del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular.

Esta especialidad es la que, en mayor medida, se ha beneficiado del nuevo modelo de quirófano. Sin embargo, no es la única. “La utilizan también los radiólogos intervencionistas y los neurorradiólogos”, indica. Se emplea para biopsias guiadas por radioscopia en Cirugía Torácica, en Cirugía Ortopédica con reconstrucciones óseas en 3D, en Cirugía Oncológica y para la realización de técnicas de Radiología o Cardiología Intervencionista. “Cuando las especialidades se vayan familiarizando con él se ampliará”, afirma con rotundidad el doctor Bolívar. “Dada su versatilidad, cualquier procedimiento quirúrgico puede realizarse en este tipo de instalación”, concluye.