Una nueva alerta alimentaria ha afectado a un conocido complemento alimenticio frecuentemente consumido por miles de personas. Este jueves la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) informó de la retirada de Vitafer-L, un producto comercializado en España por presencia de tadalafilo no declarado en el etiquetado y que puede causar “reacciones adversas de diversa gravedad”, en concreto, por contener una sustancia para la disfunción eréctil.
El departamento de alertas alimentarias, dependiente del Ministerio de Sanidad, informó este jueves que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ordenó la prohibición de la comercialización y la consiguiente retirada de este complemento alimenticio por la presencia de esta sustancia no declarada.
Según los análisis oficiales llevados a cabo, este complemento alimenticio “contiene la sustancia activa tadalafilo en cantidad suficiente para restaurar, corregir o modificar una función fisiológica, ejerciendo una acción farmacológica, lo que le confiere la condición de medicamento, y puede producir reacciones adversas de diversa gravedad”, recoge la AESAN.
Debido a que Vitafer-L “no ha sido objeto de evaluación y autorización previa a la comercialización por parte de la AEMPS” se tomó la decisión, en clave cautelar, de “prohibir su comercialización y pedir la retirada del mercado de todos sus ejemplares”. De esta manera, esta alerta ya fue trasladada a las Comunidades Autónomas a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI) para que se verifique la retirada del producto.
De la misma manera, se comunica y recomienda a los consumidores que los compraron que se abstengan de consumir este suplemento alimenticio por los riesgos expuestos.
Sobre sus efectos en la función eréctil
La principal problemática que puede causar en la salud de los consumidores el Vitafer-L es que puede conferir la condición de medicamento sin haber tenido la evaluación adecuada. Según recogen los estudios del laboratorio oficial de la AEMPS, este producto contiene “el principio activo tadalafilo en cantidad suficiente para restaurar, corregir o modificar una función fisiológica ejerciendo una acción farmacológica, lo que le confiere la condición legal de medicamento. Sin embargo, este principio activo no se declara en su etiquetado, que indica engañosamente una serie de aminoácidos, vitaminas y minerales, dando información falsa sobre su seguridad”, recoge la nota oficial de la agencia.
El tadalafito en cuestión está destinado a tratar la función eréctil deteriorada a través “del aumento del flujo sanguíneo del pene por inhibición selectiva de la fosfodiesterasa 5 (PDE-5)”. Unas sustancias que están terminantemente prohibidas para aquellas personas que sufran “infarto agudo de miocardio, angina inestable, angina de esfuerzo, insuficiencia cardiaca, arritmias incontroladas, hipotensión (tensión arterial inferior a 90/50 mmHg), hipertensión arterial no controlada, historia de accidente isquémico cerebral (ictus isquémico), así como en pacientes con insuficiencia hepática grave y en personas con antecedentes de neuropatía óptica isquémica anterior no arterítica o con trastornos hereditarios degenerativos de la retina tales como retinitis pigmentosa”.