El primer fin de semana de noviembre dejará un ambiente plenamente otoñal en buena parte del país. Según la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), este domingo 2 de noviembre se espera un descenso generalizado de las temperaturas y un aumento de la nubosidad, con lluvias débiles y dispersas que afectarán a amplias zonas de la Península y Baleares.

Las temperaturas máximas caerán de forma más acusada en el cuadrante nordeste, el Sistema Central y las Béticas orientales, con descensos notables en el Pirineo, donde el ambiente será especialmente frío. También las mínimas bajarán en buena parte del país, especialmente en la mitad noroeste peninsular y en Baleares, con valores más bajos en Extremadura, Castilla y León y La Rioja.

En contraste, las Islas Canarias se desmarcarán del panorama otoñal peninsular. Allí, el mercurio seguirá en ascenso y se prevén temperaturas que podrían alcanzar los 30 grados en algunos puntos, bajo cielos despejados o con intervalos de nubes altas.

Un frente poco activo dejará lluvias débiles y cielos nubosos

Durante la jornada, un frente poco activo terminará de cruzar la Península y Baleares, dejando cielos nubosos o cubiertos a su paso y una abundante nubosidad alta tras su avance. Se registrarán precipitaciones leves y dispersas en el nordeste peninsular, el Levante, la Andalucía occidental, la meseta Sur y el este de la meseta Norte. También podrían darse, de forma más aislada, en el archipiélago balear.

A medida que avance el día, los cielos tenderán a abrirse en la mayor parte del país, salvo en el extremo norte, donde un segundo frente mantendrá la inestabilidad. Allí persistirá la nubosidad y se esperan lluvias más frecuentes en Galicia y, sobre todo, en el Cantábrico oriental, donde las precipitaciones podrán ser algo más intensas.

En las últimas horas del día también podrían formarse chubascos en los litorales y el nordeste de Cataluña, con baja probabilidad de que alcancen el cabo de la Nao o las islas Pitiusas.

Nieve en cotas altas y bancos de niebla

El ambiente invernal empezará a hacerse notar en zonas de montaña. La cota de nieve se situará por encima de los 2.000 metros en el Pirineo, aunque no se descarta que descienda algo más en los tramos finales del día si las temperaturas siguen bajando. Además, podrían formarse bancos de niebla matinales en los principales sistemas montañosos y en puntos de ambas mesetas, reduciendo la visibilidad durante las primeras horas de la mañana.

El viento también cobrará protagonismo. En Canarias soplará moderado del este, mientras que en la Península predominará el componente oeste, con rachas moderadas en los litorales, Baleares, el valle del Ebro y el interior del este peninsular. En el Cantábrico se esperan intervalos fuertes, y no se descartan rachas muy intensas en el bajo Ebro. Por su parte, la tramontana tenderá a arreciar en Baleares, con posibles intervalos fuertes en el Ampurdán.

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