El lunes 18 de agosto ha traído el primer respiro tras más de dos semanas de calor sofocante en España. La entrada de aire atlántico fresco marca el inicio del fin de una de las olas de calor más largas registradas en el país, con un descenso notable de las temperaturas en la mitad noroeste de la península. Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), la caída de los termómetros será especialmente evidente en Galicia, Castilla y León, Asturias, Cantabria y el interior del norte, aunque en el sudeste, Baleares y Canarias el calor extremo seguirá golpeando con fuerza.

Los datos confirman la magnitud del episodio. La ola comenzó el 3 de agosto y se ha prolongado durante 16 días consecutivos, una duración solo comparable a la de julio de 2003 y 2022, y superada únicamente por la de junio de 2015, que se extendió durante 26 jornadas. La consecuencia ha sido dramática: se estiman más de 8.700 muertes vinculadas a temperaturas elevadas y alrededor de 2.400 directamente asociadas al calor extremo, un balance que recuerda la vulnerabilidad creciente de la población en un escenario marcado por el cambio climático.

Pese a que el alivio llega por el noroeste, el sudeste peninsular seguirá en alerta máxima. La AEMET mantiene el nivel rojo en Murcia, donde los termómetros podrían alcanzar los 44 grados, y en Alicante, con valores en torno a los 42. Andalucía afronta avisos naranjas en provincias como Córdoba, Granada, Jaén o Sevilla, con máximas que rozarán los 40 grados en el valle del Guadalquivir. En Baleares, Ibiza, Formentera y Mallorca seguirán bajo riesgo por calor, al igual que Albacete y zonas del interior levantino. Canarias tampoco se libra: el archipiélago encadena jornadas en las que las mínimas no bajan de los 25 grados en algunas islas.

La jornada también dejará contrastes meteorológicos. Mientras el sur y el este sufren todavía temperaturas sofocantes, el norte peninsular amanecerá con cielos cubiertos, bancos de niebla y lluvias débiles dispersas, más abundantes por la tarde en zonas del interior. En áreas de montaña, como los Pirineos o el sistema Ibérico, son probables tormentas vespertinas que podrían descargarse con cierta intensidad. En el resto del país, predominarán las nubes medias y altas, con claros intermitentes. El viento soplará flojo en general, aunque en Canarias se espera alisio moderado con intervalos de fuerte, y en la vertiente atlántica predominará el flujo del oeste y suroeste.

Las previsiones apuntan a un descenso progresivo de las temperaturas mínimas en el tercio noroeste y en Extremadura, mientras que en la mitad sur, el área mediterránea y ambos archipiélagos seguirán siendo elevadas, sin bajar de los 20 grados durante la madrugada. En zonas del Mediterráneo, el Guadalquivir y algunas islas canarias, las mínimas se mantendrán por encima de los 25 grados, lo que prolongará la sensación de bochorno nocturno.

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