Partido Popular y Ciudadanos finalmente tragaron y asumieron las exigencias de Santiago Abascal. Vox salvó los presupuestos de Andalucía in extremis gracias a que Juanma Moreno Bonilla y Juan Marín aceptaron las condiciones de la ultraderecha que, entre otras cosas, implica cambio en materia de violencia machista, que Vox considera "intrafamiliar". En este sentido, los de Abascal han incendiado el debate político dando la nota con unas declaraciones en las que habla de “madres alcohólicas” que maltratan a sus hijos.

Juan Bravo, consejero de Hacienda, y el portavoz parlamentario de Vox en Andalucía, Alejandro Hernández, defendieron el punto del acuerdo con naranjas y populares relativo a los fondos destinados a materia de violencia machista.

Concretamente, se refirieron al teléfono de atención, que Hernández: “Lo hacemos extensivo, será un servicio que, por ejemplo, se va a prestar igual a los hijos de una madre alcohólica o a la madre que sea extorsionada por sus hijos drogadictos”. El teléfono también “incluye a las mujeres maltratadas”.

Cabe recordar que Vox entiende que “la violencia no tiene género” y “por eso hablamos siempre de violencia intrafamiliar”. En consecuencia, el teléfono de atención “es un servicio que se va a prestar por parte de la Junta que no se circunscribe a los supuestos que hasta ahora están tasados, que son muy concretos”.