Begoña Villacís va a vivir una época tensa en estos poco más de tres meses que quedan para que se celebren las elecciones municipales. El próximo 26 de mayo acudirán los madrileños a las urnas para dirimir el reparto de sillones en el Ayuntamiento de Madrid, para el que previsiblemente se presentará si sale victoriosa de las primarias. 

Este martes, el diario ABC ha publicado una información en la que se relata cómo la candidata naranja ha ocultado una sociedad durante tres años. Se trata de Iuriscontencia SL, empresa de la que fue administradora solidaria Villacís desde febrero de 2007 hasta marzo de 2018. Durante esta época, la edil de Ciudadanos no reflejó la existencia de la misma en la declaración de bienes y actividades de los años 2015, 2016 y 2017, donde sí figuran todo tipo de cargos mercantiles. 

Para más inri, la sociedad cuenta con tres inmuebles en la capital, uno de los cuales fue adquirido en 2012 y que hacía las veces de domicilio como de despacho. Las otras dos datan del año 2016. En total, el valor de las tres propiedades asciende a los tres millones de euros que no fueron declarados. Un problema que ya ha intentado atajar la candidata.

La explicación de Villacís

La candidata de Ciudadanos ha comparecido ante los medios de comunicación y se ha defendido de la noticia que ha publicado este martes el diario ABC. “Para ocultar una sociedad tienes que tenerla y yo no tengo ninguna sociedad”, esgrimía la edil naranja en el Ayuntamiento de Madrid.

Recuerda “esto ya salió el año pasado” y admite que dio las “explicaciones oportunas”. Villacís asegura que “subsané ese error y lo puse en conocimiento” según “tengo conciencia de ello”. Sin embargo, la candidata naranja insiste en que "me desvinculé de la sociedad en 2009”. La candidata lo notificó pero no lo hizo efectivo.

Por otro lado, Villacís asegura que se trata de un ataque puramente “electoralista” porque consideran que “Ciudadanos es una candidatura fuerte para el Ayuntamiento”. Insistía en que “no tengo ninguna sociedad” y añade que “si la tuviese, la pondría”. “Dejé de tenerla seis años antes de entrar en política”, agrega.

Incide en la teoría del ataque electoralista y asegura que es algo a lo que “nos tenemos que acostumbrar. Por otro lado, alega que, en cuanto supo que no se hizo efectiva su baja “tardé menos de 24 horas” en regularizar la situación. “El fin es sembrar la sospecha de si tengo una sociedad o no”, concluye.