Concepción Espejel y Enrique López, magistrados de la Sección II de la Audiencia Nacional que fueron apartados del caso Gürtel por su presunta proximidad al PP,  juzgarán una pieza de la Púnica en las que está acusado Francisco Granados, actualmente en prisión, ex dirigente popular en la Comunidad de Madrid, al haber recaído el caso en su Sala. El ponente será el magistrado Julio de Diego, uno de los dos jueces que han considerado que el presidente Mariano Rajoy debe testificar ante el tribunal en relación a la Gürtel, según ha podido averiguar ELPLURAL.COM. Mientras, continúa sin conocerse el nombre de la misteriosa magistrada que avisó a imputados del caso Lezo  de que estaban siendo grabados.

Lo referido a este “chivatazo” ha provocado un hondo malestar en la Audiencia Nacional que se inició al conocerse una conversación entre Ignacio González (hoy encarcelado) y el dirigente popular Eduardo Zaplana en que el expresidente de la Comunidad de Madrid y miembro del PP comentaba que “una amiga de la casa que es magistrada, que ha ‘llamao’ para decir ‘oye, cuidao que han grabao una conversación”. Así lo recogía el diario El Español citando una grabación de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil del 22 de noviembre de 2016. 

La misteriosa “amiga de la casa” de Lezo

La identidad de la magistrada “amiga de la casa” no ha sido revelada si bien se da por hecho que pertenece a la Audiencia Nacional. Esta incógnita ha producido desazón entre las juezas de esta institución judicial que se sienten bajo sospecha según comentaban fuentes jurídicas a este diario. “El hecho de que no se esté indagando de quien se trata pone bajo sospecha a todas las magistradas”, añadían las mismas fuentes. Más aún cuando entre los candidatos a presidir la Sala de lo Penal figuran tres candidatas. Como el resto de sus colegas sobre ellas también pende la duda. El Consejo General del Poder Judicial asume un riesgo en su opción. Por cierto que entre las personas que optan a este puesto se encuentra también Concepción Espejel.

Denuncia ante la Fiscalía

Curiosamente de la misteriosa magistrada se ha corrido un espeso velo de silencio, a excepción de la denuncia que ha presentado la Plataforma Cívica por la Independencia Judicial (PCIJ) que agrupa a jueces, fiscales y abogados, ante la Fiscalía General del Estado para que abra una investigación que determine quien fue la “magistrada amiga de la casa”, como indican en un comunicado:

 “Según ha aparecido recientemente en diversos medios de comunicación, ha sido filtrada información secreta contenida en el sumario de la llamada ‘operación Lezo’ tramitado en la Audiencia Nacional por el magistrado don Eloy Velasco, de tal suerte que algunos de los investigados en dicha causa habrían sido advertidos por una ‘magistrada amiga de la casa’ (sic) de que sus conversaciones telefónicas estaban siendo intervenidas por orden judicial”, dice la denuncia.

¿Se abstendrán?

Y concluían: “Urge la incoación de un procedimiento penal para el esclarecimiento de la noticia criminal pues, de acreditarse tales hechos, constituirían indiciariamente un grave delito que compromete la confianza de los ciudadanos españoles en el normal funcionamiento del Estado de Derecho. Instamos, por tanto, a la Fiscalía a que adopte las medidas conducentes a tal efecto”.

Es de suponer que en el caso Púnica tanto Enrique López como Concepción Espejel se abstendrán, al igual que hicieron tras las recusaciones que sufrieron en el caso Gürtel.  De ser así los magistrados que deberían asumir sus funciones serían Angel Hurtado y José Ricardo de Prada, es decir, los mismos que hoy enjuician el caso que afecta de lleno al Partido Popular. Una compleja situación.