El Ayuntamiento de Sangüesa quiere que de vuelta las ermitas de San Babil, Nuestra Señora de la Nora, la Virgen del Socorro y la Virgen del Camino. Creen que siempre fueron de su propiedad y fueron sus vecinos quienes siempre se encargaron de su restauración y conservación, tal y como informa Noticias de Navarra.

Reforma aznarista
Sin embargo, las cuatro ermitas las registró a su nombre el Arzobispado en agosto del año 2000, gracias a una reforma de la Ley Hipotecaria efectuada por el Gobierno de José María Aznar que permitía a la Iglesia inmatricular bienes inmuebles que no tuvieran un dueño sobre el papel.

Entrada en la Plataforma
Ahora, el pleno del Ayuntamiento ha decidido iniciar los trámites legales para reclamar los inmuebles, como ya han hecho otros municipios, en especial en Navarra, donde esta práctica eclesiástica está muy difundida. Además, el municipio se unirá a la Plataforma en Defensa del Patrimonio.

Votos de APS y Bildu
Al acuerdo se llegó el martes con los votos  a favor de la Agrupación Progresista de Sangüesa (APS) y Bildu. Los miembros de Agrupación Independiente sí estuvieron de acuerdo en pedir la devolución de los edificios, aunque se opusieron a entrar en la Plataforma. Según  una de sus concejales, Marta Sola, la asociación es un cajón de sastre.

Que se lo quede la Iglesia
El único que se opuso fue el concejal del PSN Juan Erdozáin que dijo preferir que los inmuebles siguieran en manos de la Iglesia. "La Iglesia se adelantó y registró. Ante la duda sobre su propiedad, quiero que sigan en su poder, porque me parece más fiable y garantiza su salvaguarda, mientras que el Ayuntamiento, en tiempos de crisis, podría desprenderse de ellos o cambiar su uso", opinó.