El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha querido pronunciarse sobre un hipotético indulto a eventuales condenados por un delito de rebelión que aún no se ha juzgado. Interpelado en este sentido en el Senado por el portavoz del PP, Ignacio Cosidó, el jefe del Ejecutivo le ha contestado: "Dejen a los jueces trabajar y luego lógicamente desde el Gobierno de España y también desde los representantes de los distintos grupos parlamentarios tendremos que hacer política".

Problema no resuelto por el PP

Sánchez también ha reprochado al senador 'popular' que su partido haya estado "siete años judicializando una crisis como la catalana", que parte de un problema político no solucionado, según el análisis que hace el PSOE, y ahora pretendan "erigirse en jueces de la causa".

En su intervención, Cosidó ha advertido al presidente de que si finalmente termina indultando a los independentistas, en el caso de ser condenados en el juicio al 'procés', estará otorgando "los indultos de la vergüenza" porque estará "cediendo al chantaje" y enviando el mensaje equivocado a los "golpistas" de que "sale gratis incumplir la ley".

Para explicar sus sospechas, el senador del PP se ha referido a los comentarios que tanto el líder del PSC, Miquel Iceta, o la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, han hecho mostrándose partidarios de esos hipotéticos indultos. "Hay precios que no se pueden pagar. El indulto es uno de esos precios" que los españoles además no le perdonarían, le ha avisado Cosidó, que ha pedido a Sánchez convocar elecciones "y cuando antes mejor".

'Descomposición' del PP

"A ver si lo pillo, señor Cosidó --le ha replicado Sánchez-- Así que entonces, a mí me apoyaron (los independentistas) porque yo acordé los indultos para poder ser presidente del Gobierno, pero en cambio los independentistas no me apoyan los Presupuestos porque no transijo con que la Fiscalía cambie su parecer y, por tanto, usted me pide que convoque elecciones", arrancando con su burla a Cosidó los aplausos de la bancada socialista.

El presidente le ha pedido al PP que reflexione sobre su estado de "descomposición" y sea "humilde" después de que el PSOE estuviera siete años en la oposición apoyando al Gobierno de Mariano Rajoy ante el desafío independentista en Cataluña. "Para que vengan ahora a decirnos que nos hemos vendido a los independentistas", se ha quejado.