El presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, ha afirmado este lunes que el Estado “no dispone de tanto poder para impedir tanta democracia” y ha advertido al Ejecutivo de Mariano Rajoy de que el Govern “no aceptará” que nadie les obligue a renunciar a sus principios.

En un acto en el Auditorio Caja de Música CentroCentro, en el Palacio de Cibeles, Puigdemont ha asegurado que celebrarán el referéndum independentista con o sin acuerdo con el Gobierno central, tras lo que “articularemos el nuevo Estado catalán”.

El presidente catalán ha considerado una “irresponsabilidad” que las últimas decisiones del Gobierno sean perseguir a cargos electos que “no acercan el acuerdo, sino que lo alejan”.

“Negar el carácter político de la demanda catalana y fiarlo todo al trabajo de fiscales y jueces no es la solución, sino que incrementa el problema”, ha subrayado Puigdemont, al tiempo que ha dicho que “en los juzgados no se hace política”.

La invitación de Rajoy, una trampa

Puigdemont también ha valorado durante el acto titulado Un referéndum para Cataluña. Invitación a un acuerdo democrático, ha calificado la invitación del Gobierno del pasado viernes para debatir en el Congreso su propuesta de referéndum como una “coartada” para difuminar ante los observadores internacionales la ausencia de voluntad política, un “error”, ha dicho, del que no va a participar.

Puigdemont ve en esta invitación “una trampa” y “un camino que sólo lleva al fracaso evidente”, y eso, “a estas alturas”, es “perfectamente innecesario”, ha dicho, recordando cuando el exlehendakari, Juan José Ibarretxe en 2005, acudió a la Cámara a pedir la aprobación de su plan soberanista y éste fue rechazado.

“No hagamos perder el tiempo a nadie”, ha enfatizado, pues “tiempo ya no sobra”. El objetivo, por tanto, es celebrar el referéndum, y así ha avisado al Ejecutivo de que “no tiene tanto poder”, ni siquiera a través de la Justicia, para evitar esta expresión democrática.

Protesta franquista a las puertas

Durante toda la tarde, cerca de un centenar de manifestantes con banderas preconstitucionales y de la Falange se han concentrado a las puertas del Palacio de Cibeles para protestar contra el acto de Puigdemont y, según afirmaban, en defensa de la unidad de España. Para evitarlos, tanto Pablo Iglesias que se econtraba en el acto, como Puigdemont, han salido en una puerta lateral del Ayuntamiento.

Entre los muchos insultos que han lanzado a los asistentes al acto, también han gritado consignas contra la Constitución, la Corona, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, o el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

“Podemos, PP, la misma mierda es”, o “ahí está la cueva de Alibaba”, consignas que recuerdan más a concentraciones del 15M, se han mezclado con otras como "separatistas, terroristas" o "Puigdemont a prisión".

Los propios manifestantes han afirmado entre sus proclamas que no estaban ahí para dialogar sino para luchar y así lo han intentado al acercarse para agredir a algunos asistentes al acto que abandonaban el edificio, aunque la fuerte presencia policial en el lugar lo ha impedido.

Uno de los políticos que ha acudido a Cibeles y ha decidido salir por la puerta principal del edificio ha sido el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, al cual han intentado agredir y ha declarado a ELPLURAL.COM vía Twitter que “había mucho fascista intolerante vociferando con rojigualdas y algún aguilucho”.