La Sesión de Investidura ha fracasado. El Gobierno de coalición no ha sido posible debido a la falta de entendimiento en las negociaciones y la abstención de Unidas Podemos. Hasta este jueves por la mañana había quienes abogaban por dar el ‘sí’ al candidato socialista, pero, sin embargo, la negativa de Ferraz a incluir en competencias de Trabajo a miembros de la formación morada ha provocado que todas las conversaciones hayan quedado dinamitadas.

Después de la retirada de Pablo Iglesias, tras el veto impuesto por el presidente del Gobierno en funciones en su entrevista en Al Rojo Vivo (laSexta), los dos equipos negociadores se emplazaron para volver a poner en marcha los encuentros. El ‘no’ a Pedro Sánchez en la primera votación hizo que los procesos se aceleraran a contra reloj, pero, a pesar de los programas, ultimátums, presiones y contraofertas, sendas fuerzas han sido incapaces de entenderse.

Así las cosas, al igual que sucediera en la votación del martes, el PSOE solo ha conseguido recabar la confianza del PRC, sumando 124 síes. Insuficientes, dado que PP, Vox, Ciudadanos, Junts per Catalunya, UPN y Coalición Canaria han finiquitado las opciones con su negativa y la abstención del resto de grupos parlamentarios.

“La izquierda debe y puede entenderse”, dijo Adriana Lastra el martes desde la tribuna de oradores de la Cámara. La mayoría de damnificados y protagonistas del proceso coinciden en que deben hacerlo, pero las exigencias particulares han provocado que no pudiesen.

El PSOE alega que ya ha cedido suficiente: del Gobierno monocolor al de cooperación, ministros independientes de prestigio, personas de perfil técnico de la formación morada y, por último, coalición sin Pablo Iglesias. Unidas Podemos hace lo mismo, estableciendo el veto a su secretario general como punta de lanza. Además, ninguna de las ofertas ha sido aceptada por los socialistas: ni cinco ministerios, ni cuatro ni tres con Trabajo incluido.

“Si tengo que elegir entre una presidencia del Gobierno de España que no sirva a España y mis convicciones, no tengo ninguna duda: elijo mis convicciones, elijo proteger a España”. Con estas palabras, Pedro Sánchez ha ratificado el sentir de la cúpula socialista. Ha interpelado a Iglesias y lo ha culpado de votar, en forma de abstención, junto a las tres derechas.

Al igual que sucediera en 2016, Unidas Podemos ha bloqueado la elección de Sánchez como presidente del Gobierno. En aquel momento, el pacto con Ciudadanos sirvió de motivo. Esta vez el ‘no’ se justifica por la falta de respeto y reciprocidad que demandaban mediante la petición de carteras importantes.

Empieza a correr el calendario. Hasta el 23 de septiembre hay posibilidades de conformar una mayoría que haga que la XIII Legislatura de nuestra historia eche a andar. Si no es así, el 10 de noviembre las urnas serán soberanas (o no).