Este sábado se ha celebrado en la escuela Julián Besteiro de Madrid la primera jornada de los actos finales por el 130 aniversario de la Unión General de Trabajadores

En un despacho, Pepe Álvarez, secretario general de la UGT, ha recibido a ElPlural.com y ha analizado el papel del sindicato en la sociedad española, cuáles son las claves de cara al futuro, la figura de Lula da Silva y la situación de la política española ante las próximas elecciones del 10 de noviembre.

Pregunta - Finalizan los actos conmemorativos por el 130 aniversario de la fundación de la UGT. ¿Qué ha significado para la sociedad española?

Respuesta - Es imposible de resumir pero detrás de cada conquista y derecho está la UGT. No había vacaciones de verano, ni jornada de ocho horas, ni seguridad social, ni servicios sanitarios o educativos. El papel del sindicalismo ha sido fundamental para poder hacer lo que realmente significa: repartir la riqueza.

P - ¿Qué retos tiene la UGT de cara al futuro?

R - El 130 aniversario nos ha servido para hacer una actualización del manifiesto fundacional y hemos sacado dos conclusiones: está plenamente vigente y lo que situábamos como reivindicaciones hace 130 años siguen siendo fundamentales. Además, hay elementos de lucha que se han ido incorporando y que el sindicato debe situar como cuestiones claves. 

Una de ellas es el feminismo, ya que debemos dar la batalla para conseguir la igualdad para que la mujer tenga las mismas condiciones salariales, culturales, de vida y respeto. Otra es la reivindicación de los derechos LGTBI, una lucha fundamental de la sociedad y que el movimiento sindical tiene que estudiar a fondo para evitar la discriminación en los centros de trabajo. Otra es el medio ambiente. Hemos visto que el mundo se muere y las organizaciones sindicales tenemos que situarnos en la cabecera de esta gran lucha porque sin planeta no hay empleo. 

P - El domingo habrá un homenaje a Lula da Silva en el participará Dilma Rousseff. ¿Cómo valora la situación que vive el expresidente de Brasil?

R - Homenajeamos al presidente Lula y contamos con Dilma, quien ya ha trabajado anteriormente con nosotros. Es un homenaje a las personas que han conseguido equilibrar las desigualdades e introducir elementos de justicia social en países en los que parecía imposible hacerlo. Y Lula es uno de ellos y por eso está la cárcel. Por ser capaz de general ilusión, expectativas, leyes y reformas que han permitido que el Brasil que dejó tras un golpe de estado, no tenga nada que ver con el que se encontró. Aunque todavía queda mucho por hacer. Además espero poder visitarlo en la prisión. 

P - ¿Y la llegada al poder de Jair Bolsonaro?

R - Me parece un fulano de posición similar a la de Donald Trump. No cree en la democracia ni en la libertad, ni en la igualdad. 

P - El otro día fuimos testigos de la presentación de Más País, el nuevo partido de Íñigo Errejón, en la sede de la UGT. ¿Cómo valora la llegada de un nuevo jugador al tablero político y más aún, en el espectro de la izquierda?

R - Lo primero que me gustaría decir es que no entiendo por qué algunos han criticado la presencia de Íñigo Errejón en nuestra sede. En los tres años y medio que llevo al frente del sindicato han hecho actos el PSOE, Izquierda Unida, Unidas Podemos, el partido de Gaspar Llamazares y centenares de organizaciones de todo tipo. 

Respecto a la figura de Íñigo Errejón tenemos la misma simpatía que podemos tener con el resto de partidos de izquierdas. Creo que su partido aporta frescura, hay gente que no iría a votar y ahora sí lo hará, y el sindicalismo tiene que ayudar a que haya más gente vaya a votar. Además, debemos conseguir que los partidos tengan un compromiso con los derechos que defendemos. 

P - Mientras Errejón anunciaba su salto a la política nacional, Pablo Iglesias estaba en la presentación de un libro junto a Juan Luis Cebrián. ¿En que lugar queda el líder de Unidas Podemos tras la irrupción de su excompañero de partido y el fracaso en las negociaciones con Pedro Sánchez para formar gobierno?

R - No quiero hacer análisis profundos en relación a este proceso ya que sólo genera frustración y malos rollos en la izquierda. Creo que hemos perdido tres oportunidades desde que soy secretario general de UGT. Entre todas la mataron y ella sola se murió. A partir de ahora conviene, en primer lugar, conseguir que los programas reflejen las necesidades de la gente y que los políticos lo cumplan. En segundo lugar, durante estos años hemos vivido una situación de insatisfacción colectiva por la gestión de nuestro voto. Muchos lo pensamos así. Los sindicatos tenemos que ser plataformas que permitan a los ciudadanos manifestarse para defender su voto. Vamos a intentar desarrollar la plataforma unitaria, conveniente, para que después del 10 de noviembre, si los ciudadanos quieren un gobierno de progreso, se produzca. Y si no, que los que consigan la mayoría, sepan que van a contar con nuestra oposición en la calle con fuerza y contundencia.