Pedro Pacheco Herrera cumplirá el 2 de abril 69 años y lo celebrará, no en su Jerez natal donde fue alcalde de manera ininterrumpida 24 años, desde 1979 hasta 2003, sino que de nuevo y como ocurre desde hace tres ocasiones, apagará las velas entre los barrotes del presidio gaditano en el que ingresó a finales de octubre de 2014. Quien fuera todo en Jerez, sin duda, recordará a cada instante ese día fatídico en que la Audiencia Provincial de Cádiz ordenó su entrada en prisión sin esperar a que el Supremo resolviese el recurso de nulidad presentado.

Detenido a la puerta de su casa
Pacheco fue condenado a cinco años y medio de prisión por dos casos de 'enchufismo'. Ese día, el ex líder del movimiento nacionalista andaluz salía de su casa sobre las diez para ir a desayunar a un bar con unos amigos. Pero se topó con que dos policías nacionales le esperaban. Fue detenido y, tras su paso por la comisaría jererezana, un furgón de la Guardia Civil lo condujo a los que hoy es su residencia habitual, la prisión de Puerto III.

Nacionalista y comprometido desde 1974
El curriculum político de Pacheco es denso, intenso y siempre ligado al nacionalismo andaluz desde 1974, aun en tiempos del dictador Franco y, por tanto, en la clandestinidad. Fue en ese año cuando ingresa en la denominada Alianza Socialista de Andalucía, germen de lo que fue el Partido Andalucista y antes PSA. Llegó a ser Coordinador General del Partido Andaluz del Progreso (PAP) entre los años 1993 y 1996, vicepresidente del Partido Andalucista desde 1996 y Secretario General del Partido Socialista de Andalucía (PSA). Luego montó otro proyecto político con el que fracasó estruendosamente, el Foro Ciudadano. Alcalde de Jerez desde 1979 hasta 2003, posteriormente siempre estuvo en el poder local siendo Primer Teniente de Alcalde con distintos partidos, tanto con el PP como con los socialistas. También fue diputado en el Parlamento de Andalucía desde 1982 al 2004. En el Parlamento Europeo fue eurodiputado por el Partido Andalucista durante los años 1989 y 1990.

Problemas con la justicia
Polémico, lenguaraz, de verbo afiliado y controvertido, tal vez uno de los problemas del jerezano siempre haya sido expresar públicamente lo que pensaba. Se recordará siempre, y en especial el propio ex alcalde, como tras el traspiés sufrido por la negativa de la justicia a demoler el chalet de Bertin Osborne en Jerez, Pacheco dijo públicamente aquella frase que hoy puede que lamente de que "La Justicia es un cachondeo" afirmando además que existía connivencia entre abogados y jueces. Si esa frase le ha marcado, si esta declaración, a todas luces calumniosa contra un juez, le ha perjudicado, es algo complejo. Nadie duda de que, sin lugar  a dudas, las decisiones judiciales que lo condenaron fueron sujetas a derecho, fueron sentencias "justas". La polémica entre los afines a Pacheco viene porque comparando casos como el de Undargarín, Rato, acusados del PP en el caso Gürtel, Púnica, la familia Pujol y tantos otros, se piensa que con unos se es laxo y con él muy duro.

Casos judiciales
Y es que Pedro Pacheco con 69 años ya y en prisión, fue condenado a 4 años y medio de prisión en 2013 por delito derivado de la contratación irregular de dos asesores militantes de su partido en empresas municipales del Ayuntamiento de Jerez. Por eso ingreso en prisión. Delito sí, sin duda, pero nada comparable a los grandes casos de corrupción nacionales y en el que muchos de sus responsables, gozan de libertad. Además defienden los fieles al ex dirigente andalucista que no se ha valorado la honestidad de su líder que "jamas se ha llevado un duro". Fueron decisiones administrativas, equivocadas e irregulares pero no corrupción política para enriquecerse. Más tarde la justicia condenó a Pacheco por el caso de la Estación de Jerez (venta de solar municipal) y en mayo de 2016 a un año y diez meses más de prisión por usar facturas falsas para justificar la reforma de la casa de la Hermandad del Rocío de Jerez en Almonte.

¿Preso incómodo?
Recientemente al recluso Pedro Pacheco se le ha requisado un crucifico regalado por otro preso, objeto con el que se había "encariñado· el ex alcalde, al considerar los mandos de la cárcel que podría ser un objeto"peligroso". También se le quitó un libro de la Revolución Rusa más un diccionario de castellano y otro de francés-español. Es un tremendo y voraz lector y tenía mas de los cinco que le son permitido. Su abogado ha revelado recientemente que "Pedro cree que se le está usando como cabeza de turco, un símbolo de lo que le puede ocurrir a quien se enfrenta con el poder establecido". Además el ex regidor mantiene que el hecho de proceder de un pequeño partido y no de una gran formación le está perjudicando.

Y así son los días de este ultimo nacionalista andaluz que puede que haya reflexionado la idoneidad y oportunidad de su frase "la Justicia es un cachondeo", ¿le pesará la losa de aquella aseveración? ¿Le perseguirá siempre?