La financiación de Vox es un aspecto de este partido que ha levantado sospechas desde hace tiempo. Diferentes líneas de investigación se han encargado durante los últimos años de descubrir los caudales del partido de extrema derecha, y lugares como Irán o Hungría han salido en varias ocasiones a la palestra. Este tema vuelve a estar de actualidad después de que el PSOE haya presentado una denuncia contra Vox ante la Fiscalía General del Estado por financiación irregular.
"Tras numerosas noticias en medios de comunicación sobre un modo de proceder por la formación política Vox contrario a la Ley de Financiación de Partidos Políticos, puesta de manifiesto también por el propio Tribunal de Cuentas en sus informes de fiscalización de las formaciones políticas, se ha efectuado un análisis exhaustivo de la financiación de esta formación política concluyendo que podría estar incurriendo en el delito de financiación ilegal de partidos políticos", explican los socialistas. El delito al que hacen referencia se encuentra en el artículo 304 bis del Código Penal y desde Ferraz aseguran haber constatado su comisión.
"Al menos desde el año 2020 hasta la actualidad, en las mesas informativas que la formación política Vox despliega a lo largo de todo el territorio español, incorporaba una serie de elementos de captación de ingresos económicos a modo de ‘huchas’ o ‘cajas de caudales”, explican. Esto, explican los socialistas, es algo “absolutamente irregular”, de igual manera que toda la oferta de merchandising que buscaba “captar fondos en metálico de un modo absolutamente opaco”.
La acusación que lanza el PSOE es grave y podría tener importantes consecuencias. A los préstamos iraníes y húngaros que ya han sido objeto de debate en más de una ocasión en el Congreso de los Diputados, la formación capitaneada por Pedro Sánchez apunta ahora a la recepción de donaciones anónimas en huchas y la realización de ventas promocionales "cuando en realidad estas no se justifican con una mínima contabilidad, recibos o arqueos de caja".
La línea iraní
Además de las donaciones y el merchandising, Vox ha reconocido con anterioridad que, en la campaña a las elecciones europeas de 2014, se financió al 80% con dinero de simpatizantes del grupo de oposición iraní Consejo Nacional de Resistencia de Irán (CNRI), a pesar de que La Ley Electoral impide que se reciban donaciones de personas o entidades no españolas una vez convocados los comicios, según informaron en su momento El País y elDiario.es. El propio Santiago Abascal reconoció estos hechos.
El CNRI es el nombre adoptado por la Organización de los Muyahidines del Pueblo de Irán (MeK, en sus siglas en inglés) para autoincluirse en una coalición de grupos de oposición al régimen de Irán. Durante años ha sido descrito en artículos en medios y estudios de think tanks como una organización similar a una secta, responsable de graves violaciones de derechos humanos.
Hungría y Orban
Las fuentes socialistas estiman que la cuantía captada durante los últimos por la formación de extrema derecha de forma "irregular" podría estar cerca de los cinco millones de euros. Los socialistas aluden directamente a las cuentas del partido, disponibles en su propia página web. Asimismo, la denuncia también incluye el préstamo de 6,5 millones de euros concedido a los ultraderechistas por un banco húngaro, MBH Bank Nyrt, cuyo principal accionista es el Estado húngaro.
La principal fortuna detrás de esta entidad es CORVINUS INTERNATIONAL INVESTMENT PLC, un fondo estatal húngaro vinculado a Viktor Orban, primer ministro del país. Desde Ferraz aseguran que Vox "habría tratado de ocultar" este préstamo en su contabilidad, proceder que "infringiría nuevamente la normativa de financiación, que prohíbe la financiación de partidos políticos por parte de Gobiernos y organismos, entidades o empresas públicas extranjeras o de empresas relacionadas directa o indirectamente con los mismos".