Este miércoles, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska ha acudido al Congreso para explicar la política migratoria del Gobierno de Sánchez. Ante la Comisión de Interior, Marlaska ha defendido la devolución de 113 subsaharianos que saltaron la valla de Ceuta el pasado miércoles.

Para ello, el ministro ha explicado que se sirvió del convenio de readmisión firmado con Marruecos en el año 1992. Con esta acción, desde España y Marruecos han querido lanzar un mensaje a las mafias que trafican con personas: “La inmigración ordenada, segura y legal es posible. Pero no la migración violenta que atente contra nuestro país y nuestras fuerzas del Estado”, ha sentenciado Marlaska.

Del mismo modo, el ministro ha querido condenar las actitudes violentas de algunos inmigrantes cuando intentaban cruzar la valla. Estas acciones provococaron que 22 agentes fueran heridos. El ministro ha indicado que: “Este tema de la solidaridad no puede convenir con entradas violentas y no podemos caer en la justificación de lo que han tenido que pasar estas personas. Los que atacan violentamente la valla son la minoría. La mayoría son pacíficos, como ocurre en la sociedad. No vamos a beneficiar al violento”.

La polémica comenzó con la detención de 10 inmigrantes, acusados de atentar contra los agentes de la autoridad, daños y pertenencia a organización criminal.

El ministro ha asegurado que, para la devolución de los inmigrantes, se cumplieron todos los trámites legales y estuvieron asistidos por abogados: “Ninguna de las 116 personas retornadas el pasado 26 de agosto a Marruecos llegó a solicitar protección internacional”. De esta forma, Marlaska se ha defendido de las críticas de las asociaciones humanitarias, que se quejaban de la velocidad con la que se expulsó a los inmigrantes. .

Asimismo, ha rechazado que Marruecos haya recibido una compensación económica por aceptar a los inmigrantes: “No ha habido ningún pago ni ha habido nada”

Del mismo modo, Marlaska ha señalado que la política migratoria del Gobierno está fundamentada en dos pilares: “Seguridad, pero ante todo humanidad. Pero humanidad no es igual a permisividad”.

Aumento previsible de la inmigración

Hasta el 24 de agosto, 31.800 personas habrían entrado de forma irregular a territorio español, según los datos del Ministerio del Interior. Esto supone un aumento del 125,6% respecto al mismo periodo en el año 2017. Las entradas por mar han ascendido a 27.700, un 178% más que el año pasado.  Un incremento idéntico al que hubo de 2016 o 2017, una “situación es extraordinaria, pero era previsible” ha asegurado Marlaska.