El Partido Popular ha consumado su viraje ideológico respecto al aborto. Pablo Casado ya ha pisado varios charcos en ese sentido y, ahora, su número dos por Madrid, Adolfo Suárez Illana, ha dado la nota con unas declaraciones de lo más abruptas: “Hay que ayudar a las mujeres que tienen que decidir si quieren ser madres de un niño vivo o muerto".

Así se ha pronunciado durante una entrevista en Onda Cero, donde ha asegurado que el aborto se lleva 100.000 vidas al año en nuestro país y que considera que "es una salvajada que no intentemos hacer nada por reducir esas cifras".

En este sentido, Suárez Illana ha optado por la vía Casado para atajar este problema, que no es otro que agitar el tablero con polémicas declaraciones: "Los neandertales también usaban el aborto. Esperaban a que naciera y entonces le cortaban la cabeza", antes de añadir que “lo que no es un embrión es un tumor”

Pero recurrir al aborto en campaña electoral no es nuevo. Por ello, merece la pena recordar, entre otros grandes discursos y movilizaciones con proclamas en defensa del legítimo derecho al aborto, las intervenciones que en noviembre de 2009 realizó José Antonio Alonso, exministro socialista de Defensa e Interior, además de Portavoz del grupo Socialista entre 2008 y 2012

Relacionado Suárez Illana: "Las mujeres tienen que decidir si quieren ser madres de un niño vivo o muerto"

"Hay una situación objetiva de inseguridad para las mujeres que quieren interrumpir su embarazo y para los profesionales sanitarios que las atienden", arrancaba Alonso haciendo referencia a la Ley de 1085 que imperaba en su momento y que algunos líderes parlamentarios quieren volver a recuperar. "Hay que garantizar la seguridad jurídica, defender los derechos de la mujer y tomar una medida que nos homologue con el resto de países que tienen el mismo sistema que queremos implantar", alegaba el exministro socialista desde el atril del hemiciclo. 

Categoría política, centrada en avanzar a la par que el resto de países referencia de la UE y no embarrar un problema que parecía no tener fin. "La posición política no se ciñe a la interrupción voluntaria, con la nueva Ley la sociedad española se va a dotar de las garantías y la legalidad que todas las asociaciones internacionales nos piden. garantizando el derecho de las mujeres y su indiscutible confidencialidad e intimidad". "Hay que garantizar que el sistema nacional de salud se aplica con seguridad", continuaba el exministro. 

"Bélgica, Alemania, Francia, Dinamarca, Luxemburgo, Italia, Portugal, Holanda, Suecia, Finlandia, etcétetera, etcétera", enumeraba Alonso reprochando al PP que no quisiera apoyar la medida propuesta por el Ejecutivo. La ley consistía en la interrupción permitida hasta las 14 semanas, combinado con indicaciones hasta las 22 en casos de malformación fetal o riesgo de salud para la madre. "En el fondo, ¿qué es lo que justifica esta medida? Hay una forma de entender la convivencia: cuando una mujer toma la decisión de interrumpir su embarazo, puede recibir dos respuestas del Estado, podemos amenazarlas con la cárcel y dar una respuesta de la represión penal o tratar de comprender a las mujeres y no añadir dolor a la situación".

Relacionado Casado mezcla ahora el aborto con las víctimas de tráfico

"El poder del Estado está para resolver ponderadamente los discursos. Hay que crear un catálogo de derechos y libertades que crean la moral pública por la que todos nos regimos", añadía el dirigente socialista, antes de categorizar que "cuando el derecho penal se excede, hablamos de tiranía". 

"El derecho penal se crea para los criminales, las mujeres que deciden abortar no son criminales. ¿Por qué seguir castigándolas?", preguntaba Alonso a la bancada del Partido Popular, que en palabras del portavoz abogaban por "criminalizar" a la mujer. "

"Hay mujeres de 16 o 17 años que no tienen la relación normal con sus padres. Tienen el problema de padecer represión, malos tratos o algo peor. Si no les damos un recurso, acudirán a clínicas clandestinas y nosotros tendremos la culpa", afirmaba, haciendo referencia a los embarazos involuntarios de mujeres menores de edad que anteriormente solo podían interrumpir su embarazo con consentimiento del padre. 

Y para acabar, José Antonio Alonso ciñó su discurso a agradecer, delante de la cámara, "el esfuerzo a todas las mujeres" que hicieron posible este pacto.