Cerca de arrancar de forma oficial la campaña electoral, los partidos miran con recelo al de al lado y tratan de diferenciarse en los contenidos y en las formas de sus adversarios. Sin embargo, estamos viviendo un momento embarrado, donde las espadas vuelan y los partidos se atrincheran en sus contenidos programáticos para hacer frente a las preguntas de los medios de comunicación. Eso, al menos, los que los atienden.

Sin embargo, ni así escapan del escarnio público y de las incongruencias con su propio mensaje. El partido liderado por Santiago Abascal es uno de los que menos ejemplo da con las propuestas que han dejado selladas sobre el papel.

Además de lo escandaloso de alguna de sus apuestas, en contra de la ley de violencia de género, del aborto o de la inmigración, resaltan aquellas en las que sus principales líderes o el propio partido han estado envueltos, del lado opuesto de lo que ahora hacen gala, tiempo atrás.

El propio Abascal prohibiría los “chiringuitos” en los que él se embolsó un montante superior a 80.000 de forma larga y tendida de la mano del PP madrileño. Bajo el amparo y las directrices de Esperanza Aguirre no hubo ni un solo momento en el que el ahora líder de la extrema derecha española levantara el brazo para denunciar la falta de ejercicio y la malversación presupuestaria de su ocupación.

Pero eso no es todo. No solo el número uno del partido presenta situaciones contrarias a la estructura programática de la formación. Resalta esta limitación presupuestaria, sobre todo hoy, después de que Cadena Ser haya publicado las donaciones del presidente de la Fundación Nacional Francisco Franco (FNFF), Jaime Alonso, al partido.

Y es que, en las 100 medidas presentada por Vox y que se pueden leer de forma abierta y sin demasiado esfuerzo, se especifica claramente que abogarán por: “Fin de subvenciones públicas a partidos políticos y sus fundaciones, sindicatos, patronales y organizaciones de proselitismo ideológico. Partidos y sindicatos deben ser sostenidos con las aportaciones de sus afiliados y simpatizantes”, además de “anteponer las necesidades de España y de los españoles a los intereses de oligarquías, caciques, lobbys u organizaciones supranacionales”.

Hasta 50.000 euros recibidos por la Fundación Nacional Francisco Franco

Lo de dar ejemplo ya es otra historia. Como ha publicado Cadena Ser, el propio Abascal y el mandamás de la FNFF tuvieron línea directa y reiterada para limar los flecos de las partidas destinadas a engrosar las cuentas de la formación.

Hubo quienes, observando de forma atónita el lugar de procedencia de los fondos, protestaron airadamente a la cúpula. Sin embargo, el núcleo fuerte lo tenía claro: “Jaime Alonso nos va a ayudar en la parte económica, algo fundamental para la campaña. No estoy dispuesto a renunciar a ayudas que considero que pueden ser muy importantes”, alegó Carlos Portomeñe, entonces presidente de la formación en León y uno de los encargados de captar fondos.

Y es que, el montante salido de la FNFF con destino a Vox pudo ascender a 50.000 euros. Una suma que, según los parámetros del programa de la formación, no deberían recibir, ya que pone en duda que las decisiones de la formación sean imparciales y autónomas.

Pero esta no es la única fuente de financiación que se pone en cuarentena. El partido también obtuvo hasta 100.000 euros del Consejo Nacional de Resistencia Iraní durante la campaña de las elecciones europeas de 2014. Una relación que, tal y como denunciamos, todavía obliga a la formación a tomar medidas drásticas que, si no fuera por la influencia de este lobby, tal vez no tomarían.

Relacionado El lobby judío-iraní vinculado a Vox propició la salida de Fernando Paz

Además de Franco, terroristas judío-iraníes

Como ya informamos en ElPlural.com, Vox financió el 80% de su campaña europea con dinero procedente del Consejo Nacional de Resistencia Iraní, un grupo opositor estrechamente vinculado al grupo terrorista Muyahidín-e Jalq (MKO, por sus siglas en ingles).

El MKO es el brazo armado de la organización opositora al régimen iraní y figuró en la lista negra de organizaciones terroristas durante varios años.

Asimismo, se les considera responsables directos de la muerte de más de 17.000 iraníes, según datos de Hispan TV, un medio afín al Gobierno de Irán. Otros rotativos, como el New YorkTimes o la Revista Comuna, cifran la cantidad de bajas del MKO en algo más de 10.000.  

Relacionado ¿Cuánta gente ha matado el grupo iraní que financió a Vox?