La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha concedido su primera entrevista desde su integración en el Gobierno de coalición al programa Al Rojo Vivo, desde donde ha sido tajante con respecto a la posición de su cartera sobre la prostitución: “Yo soy abolicionista”.

Montero ha explicado que desde su ministerio trabajaran para “luchar contra la trata” porque pese a que en su propio partido “tengo compañeras que no son abolicionistas” y el debate entre los colectivos feministas es constante, “estamos de acuerdo en que hay que luchar contra la trata” de mujeres”.

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La titular de Igualdad ha pedido “prudencia y mesura” para trabajar con responsabilidad, al tiempo que ha asegurado que “más que hablar, toca trabajar y hablar con los hechos” ya que “de nada sirve que esta ministra se declare abolicionista si no se crea un equipo de trabajo” para concretar el programa y ejecutarlo.

Según ha anunciado Montero, su primera medida como ministra de “este Gobierno marcadamente feminista” deberá debatirla antes con el Consejo de Ministros, pero “le voy a dar mucha prioridad a las violencias sexuales y a las libertades sexuales. Solo sí es sí”. Entrando en detalle, la ministra ha explicado que abordará el asunto “garantizando que no hay distinción entre abuso y violación”.

En este sentido, ha cargado contra las derechas trayendo a colación que tanto Partido Popular como Ciudadanos siguen la estela y se dejan influenciar por los discursos de Vox que dinamitan consensos tales como que existe una violencia estructural contra la mujer por el mero hecho de serlo.

Montero ha recordado que este miércoles en Murcia los populares y los naranjas han tragado con el denominado pin parental, que no es sino una autorización de los padres para poder asistir a charlas y actividades afectivo-sexuales. “Es un derecho de los niños y las niñas el recibir una educación inclusiva”, ha denunciado.