Al Jazeera ha publicado este domingo unas grabaciones de las que serían las últimas palabras del periodista Jamal Khashoggi, asesinado por agentes saudíes en el consulado saudí en Estambul. Esta grabación de audio recogió los últimos siete minutos de vida del periodista: “Me ahogo, quítame esta bolsa de la cabeza. Soy claustrofóbico”.

La cadena de televisión catarí citaba en su información al jefe de investigación del diario turco Daily Sabah, Nazif Karaman, que asegura que fue la bolsa de plástico que tenía puesta sobre su cabeza lo que le causó la muerte.

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, comentó este sábado que han compartido las mencionadas grabaciones con Estados Unidos, Francia y el Reino Unido; entre otros que supuestamente “escucharon las conversaciones” que dichos registros contienen, aunque no ha quedado claro si se refieren a las mismas grabaciones citadas por Al Jazeera. Erdogan afirmó: “Hemos dado los registros a Arabia Saudí, a Estados Unidos, a Alemania, a Francia, a Reino Unido, se los dimos a todos. Ellos han escuchado las conversaciones, ellos saben. No hay que darle tantas vueltas”.

Durante la rueda de prensa en Ankara, antes de salir hacia París para asistir a la conmemoración del armisticio de la Primera Guerra Mundial, Erdogan dijo: “No tenemos documentos, no hay hallazgos. Pero hay información. Estas 15 personas, con toda certeza, saben tanto quién es el asesino, como dónde se llevo el cuerpo”.

Al menos cuatro de los quince hombres que formaban el comando que habría sido enviado a Riad para asesinar a Khashoggi eran miembros del personal de seguridad del príncipe heredero saudí Mohamed Bin Salman.

Además, Karaman ha afirmado a Al Jazeera que el comando saudí cubrió el suelo del lugar de la tortura con plásticos antes de desmembrar el cuerpo del periodista; este proceso duró 15 minutos y estuvo dirigido por Salá al Tubaigi, jefe del Consejo Científico de Forenses saudí. Por otra parte, ha asegurado que Daily Sabah publicará pronto fotografías de las herramientas que introdujeron los saudíes en el país y que fueron utilizadas contra Khashoggi, así como parte de las grabaciones que documentan el crimen.

Erdogan quiso recordar que, según Riad, el cadáver se le entregó a un “colaborador local” e insistió en que se aclarara quién es, si es que existe. Asimismo, contó que Turquía había conseguido que Riad enviara a su fiscal jefe a Estambul para reunirse con su colega turco, pero se quejó que el único resultado fuese que invitara al fiscal turco a Arabia Saudí.

“¿Qué tendría que hacer nuestro fiscal allí? El lugar del crimen está aquí. Hay que hablar aquí. Hasta el cónsul se ha ido. No tiene sentido ir alargando las cosas de esta manera”, y concluyó: “El asesino está entre esos 15. No hay que buscar en otro sitio”.