Este miércoles cientos de seguidores de Donald Trump asaltaban el Capitolio para impedir la certificación de la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales celebradas el 2 de noviembre. Un intento de golpe de Estado que contó con la participación de diferentes grupos ultras. Uno de estos fue QAnon, una de las principales teorías conspirativas de la extrema derecha en Estados Unidos.

QAnon, surgido hace tres años, denuncia la existencia de un supuesto “Estado profundo” que es el responsable de todos los males del mundo y que busca acabar con Donald Trump y sus seguidores. Todo ello para no permitir que se haga público una presunta red de pedofilia que engloba a actores liberales, políticos del partido demócrata y funcionarios de alto rango que adoran a Satanás, y que se encuentran dirigidos por Barack Obama, Hillary Clinton y George Soros.

Pese a lo descabellada que suena la trama –se le considera una de las “ramas” del célebre ‘pizzagate’-, hasta 97 candidatos al Congreso de EEUU han mostrado públicamente su apoyo a esta teoría de la conspiración, perteneciendo la inmensa mayoría de ellos al bando republicano. Trump, por su parte, no les ha expresado nunca su apoyo, aunque no ha escatimado en elogios, tildándoles como “personas que aman” a su país.

Por otra parte, cabe destacar, tal y como señala el académico Marc-André Argentino en 'The Conversation', que QAnon ha experimentado un tremendo boom a raíz de la pandemia de la COVID-19: “Los datos de Facebook desde principios de 2020 muestran que la membresía de QAnon creció en un 581 por ciento, la mayoría de los cuales ocurrió después de que Estados Unidos cerró sus fronteras en marzo pasado como parte de su estrategia de contención del coronavirus”.

“No importa cuánta evidencia ofrezcan los periodistas, académicos y la sociedad civil como contraposición a las afirmaciones promovidas por el movimiento, creer en QAnon como la fuente de la verdad es una cuestión de fe, específicamente en su fe en Trump y "Q", el anónimo, persona que comenzó el movimiento en 2017 al publicar una serie de teorías locas sobre el Estado Profundo”, destaca Argentino.

Asimismo, otro estudio, este del Pew Research Center, realizado en septiembre de 2020, subrayaba que casi la mitad de la población de EEUU había oído hablar de QAnon (el doble que seis meses antes). Entre todos estos que tenían constancia de la existencia de esta teoría, una quinta parte tenían una opinión positiva sobre el movimiento.

Por último, pese a que Qanon es un fenómeno de EEUU, ya ha empezado a expandir sus tentáculos sobre otros territorios, destacando sobre todo América Latina. En cuanto a España, la demora en los resultados de las elecciones presidenciales estadounidenses ha provocado que cada vez la teoría conspirativa tenga más adeptos. Una nómina a la que este viernes se apuntaba públicamente la portavoz adjunta y secretaria general de Vox en el Congreso de los Diputados, Macarena Olona, quien tuiteaba el siguiente mensaje: “Trust the plan (Confía en el plan)”. Un lema que es una de las consignas de QAnon y que incluso algunos de los asaltantes del Capitolio llevaban escrito en sus camisetas y sudaderas.