En una reunión entre las economías más avanzadas del mundo, el G7 está protagonizada por la irrupción de violencia en Oriente Medio. Dirigentes de Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón, junto con representantes de la Unión Europea -un miembro “no enumerado”- han comenzado una cumbre este lunes en la región canadiense de Alberta.
En la rueda de prensa en la apertura de la reunión, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha abordado los ataques intercambiados entre Irán e Israel, señalando que no tiene interés en hablar del tema. Ha destacado que Irán e Israel deberían “hablar y deberían hablar inmediatamente antes de que sea demasiado tarde”, pero que, a su parecer, “Irán no está ganando esta guerra”.
Por su parte, el primer ministro británico, Keir Starmer, ha subrayado antes de la cumbre que hay un “consenso” entre los miembros para encontrar una forma de reducir la escalada del conflicto entre Irán e Israel: “Creo que hay un consenso para la desescalada. Obviamente, lo que tenemos que hacer hoy es reunir esto y ser claros sobre cómo podemos hacer que se lleve a cabo”.
Esta cumbre está inmersa en tensiones mundiales, donde Israel e Irán están aumentando sus ataques aéreos, la guerra en Ucrania no ha cesado a pesar de las promesas de Trump, Estados Unidos está inmerso en oleadas de protestas por su gobierno, la Franja de Gaza sigue en guerra e Israel anunció más asentamientos en Cisjordania en contra del Derecho Internacional. A estas circunstancias globales se añade el debilitamiento de las relaciones diplomáticas entre los miembros del G7, marcado por la presencia de Trump en la mesa.
Trump lamenta la ausencia de Rusia
El inquilino de la Casa Blanca, por su parte, ha lamentado en el arranque de la reunión la ausencia de Rusia, a pesar de su relación aparentemente tensa de cara al público en las últimas semanas por las dificultades enfrentadas en el proceso de negociación para una paz en Ucrania. “El G7 era el G8. Barack Obama y una persona llamada [Justin] Trudeau no querían que Rusia estuviera incluida”, comentó, aludiendo a la decisión en 2014 de expulsar a Rusia por su anexión ilegal de Crimea.
“Diría que esto fue una equivocación, porque creo que no tendríamos una guerra ahora si Rusia hubiera estado [en el G7] y no tendrías una guerra ahora mismo si Trump hubiera sido presidente hace cuatro años”, ha señalado. Cabe destacar que, inusualmente la rueda de prensa previa a la reunión ha mostrado al presidente estadounidense en frente a la bandera canadiense mientras que su homólogo estaba posicionado frente a la bandera estadounidense.
Además, el presidente estadounidense añadió que el objeto de las conversaciones de este lunes es el “comercio y el comercio con Canadá”. “Soy una persona de aranceles. Siempre he sido una persona de aranceles”, ha comentado. Además, ha destacado que a pesar de que el primer ministro canadiense, Mark Carney, tenga una “idea más compleja” sobre los aranceles, eso “está muy bien”.
Paralelamente, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha destacado en redes sociales que el objetivo de la unión es “la respuesta del G7 frente a prácticas comerciales dañinas”. “La seguridad económica permanece como una preocupación económica compartida por todos los miembros del G7”, ha señalado, por lo que Europa “abogará por comercio predecible y estable entre los socios” de la cumbre.
Israel e Irán muestran los dientes
Dada la escalada de impacto que podría tener una mayor escalada en el conflicto entre Israel e Irán, la solución de la tensión bélica está en la cima de la agenda. Sus relaciones diplomáticas nacionales e internacionales, además de la posible involucración de estas, ha posicionado su ofensiva en el punto de mira de la Comunidad Internacional.
A pesar de las expectativas de que la reunión sobre un acuerdo nuclear entre la delegación estadounidense e iraní de este último domingo consiguiera algún tipo de tregua, los ataques han continuado este lunes. Irán ha emitido una orden de evacuación para residentes de la periferia sureña de Tel Aviv, Bnei Brak, mientras que bombardeos israelíes han destruido la sede de una televisión pública iraní.
Irán ha mandado un mensaje tanto a Estados Unidos como a Israel para cesar los ataques y resumir las conversaciones sobre un acuerdo nuclear a través de intermediarios árabes, según fuentes citadas en el Wall Street Journal. Paralelamente, el Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha tachado de "profundamente preocupante" la actual "escalada militar" entre Israel e Irán y ha reclamado el inicio "urgente" de un proceso de diálogo, con vistas a "encontrar una salida" a los ataques.
Sin embargo, Trump ha señalado en su red social, Truth Social, este domingo que “Irán e Israel deberían hacer un acuerdo y harán un acuerdo”. Ha señalado su rol como mediador en conflictos como India y Pakistán, Egipto y Etiopía o Serbia y Kosovo como evidencia de su éxito y como garantía de la resolución de la ofensiva actual. “Similarmente, ¡Tendremos paz, pronto, entre Israel e Irán!”. “Hago mucho, pero nunca me dan crédito para nada, pero no pasa nada, la gente lo entiende. ¡Haz a Oriente Medio Grande Otra Vez!”, destacó.