La ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, dejó unas polémicas declaraciones el pasado miércoles advirtiendo de las consecuencias que tendría para el país germano dejar de usar gas ruso, en el contexto del posible corte del suministro en el gasoducto ‘Nord Stream 1’.

La teutona indicó que el país necesita el gas ruso, ya que en caso de que se cierre el suministro no podrían "brindar más apoyo a Ucrania, ya que habría multitud de levantamientos populares" y estarían “ocupados” con ello. En una entrevista para RND, también habló como uno de los motivos el elevado precio de la gasolina.

Tras ser preguntada por esas declaraciones el pasado jueves, matizó sus palabras, indicando que era “un poco exagerado”, pero también explicó que fue expresado de manera “muy intencionada” para explicar por qué Alemania estaba en contra del embargo total sobre el gas y el petróleo de Rusia. La ministra alemana también definió la justificación de Moscú de avanzar más allá del Donbás como “nueva propaganda”.

Gasoducto Nord Stream 1, preocupación de Alemania

Desde Berlín temían que Rusia aprovechase unas obras de mantenimiento para cerrar definitivamente el Nord Stream 1, posibilidad que fue definida por el Ministro de economía alemán, Robert Habeck, como “escenario de pesadilla”. Además, se llegó a predecir que el coste energético de los hogares alemanes podría verse triplicado por la disminución de gas procedente de Rusia.

Sin embargo, el suministro de gas volvió a circular por el Nord Stream 1, alrededor de un 40% de su capacidad. Desde el Gobierno alemán se teme que estos niveles bajos de suministro se mantengan hasta el invierno.

Rusia ha mantenido en vilo a Europa sobre el gasoducto Nord Stream, al advertir de que, aun si se reanuda el flujo tras diez días de parada técnica por trabajos de mantenimiento, pueden surgir inmediatamente nuevos problemas por la reparación de turbinas en el exterior por las sanciones aplicadas por los países occidentales por la guerra de Ucrania.