Este lunes, la fachada de la Embajada de Lituania en Moscú ha amanecido cubierta de pintura roja, en un acto que parece ser una protesta contra las acciones de las autoridades lituanas y el deterioro de las relaciones con Rusia tras la invasión de Ucrania. La sede diplomática, ubicada en la calle Borisoglibski, mostraba signos evidentes de vandalismo, incluyendo huellas de manos rojas en la puerta principal, según ha reportado el Ministerio de Exteriores lituano.
El incidente ha provocado una rápida reacción de las autoridades lituanas, que han convocado a un representante del Gobierno ruso para entregarle una nota de protesta. Según el canal de televisión LRT, esta medida busca resaltar la gravedad del ataque y las expectativas de Lituania hacia Rusia respecto a la protección diplomática.
Desde el Ministerio de Exteriores de Lituania, se ha informado que la policía llegó al lugar "media hora después" de ocurrido el incidente. Han instado al Gobierno ruso a cumplir con sus obligaciones internacionales y tomar las medidas necesarias para asegurar la inviolabilidad de las instalaciones de la embajada.
Antecedentes de tensión entre Lituania y Rusia
Este no es el primer incidente que evidencia la tensión entre Lituania y Rusia. A principios de julio, el Ministerio de Exteriores lituano ya había convocado al representante diplomático ruso en Vilna. El motivo fue una violación del espacio aéreo lituano por parte de un avión ruso, un acto que Lituania consideró una infracción grave a su soberanía.
Además, poco después del comienzo de la invasión de Ucrania en 2022, el Gobierno lituano tomó la decisión de retirar a su embajador, Eitvydas Bajarunas, de Rusia, lo que significó una degradación oficial en las relaciones diplomáticas entre ambos países. Esta serie de eventos subraya el continuo deterioro de las relaciones bilaterales, marcado por acciones que han escalado hasta el nivel de confrontación diplomática.