La ciudad de Madrid se convertirá en estos días en la sede de una nueva ronda de negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China con el objetivo de avanzar en la definición de un acuerdo comercial entre Washington y Pekín, según han avanzado fuentes gubernamentales.
Las delegaciones de EEUU y China, encabezadas respectivamente por el Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, y por el Vice Primer Ministro de China, He Lifeng, se reunirán en la sede histórica del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación del Palacio de Santa Cruz
Por su parte, el Gobierno de España ha asegurado estar "muy satisfecho" de que Madrid haya sido elegida como sede de estas conversaciones, lo que supone un reconocimiento a nuestro país y a la apuesta permanente del Gobierno por la diplomacia y la negociación constructiva como herramientas indispensables para garantizar el entendimiento entre naciones. "España apoya de esta manera el diálogo entre ambas potencias, esencial para la estabilidad y la prosperidad mundiales", han añadido las mismas fuentes.
Las relaciones entre España y China han mejorado en los últimos meses gracias a un acercamiento progresivo emprendido entre el Ejecutivo chino y el Gobierno de Pedro Sánchez. La mejora de las relaciones internacionales y la diplomacia han sido prioridades claves del Ejecutivo en cuanto a la política exterior, y algunas de las consecuencias son diálogos como el que acogerá la capital.
En abril, Sánchez se desplazó a la segunda potencia económica mundial en medio de las tensiones comerciales globales con Estados Unidos. El presidente Sánchez defendió su postura ante las críticas, subrayando que España busca una “relación más equilibrada” entre la Unión Europea y China para reducir el déficit comercial entre ambas regiones. Según Sánchez, su política exterior es coherente y “no va contra nadie”. Sin embargo, la visita no estuvo exenta de polémica, especialmente a raíz de las críticas de Estados Unidos, donde varios funcionarios cuestionaron la pertinencia de la visita. El propio Scott Bessent, que ahora participará en la bilateral madrileña, fue claro en su desaprobación: “No sé si fue el primer ministro o el ministro de Economía de España quien dijo: ‘quizá deberíamos alinearnos más con China’. Eso sería como cortarse su propio cuello”. Unos meses después, Bessent se reunirá con representantes de Pekín en nuestro país, mostrando una clara rectificación ante aquelas palabras.
A pesar de la crítica internacional, especialmente de Estados Unidos, Pedro Sánchez logró varios acuerdos durante su estancia en Pekín, incluyendo acuerdos de exportación en sectores como medicamentos, cosméticos, porcino, así como en áreas de ciencia, innovación y educación. Los avances en el ámbito de la distribución cinematográfica también fueron parte de la agenda.
El PP también fue crítico con el acercamiento del presidente del Gobierno a China, alegando pretensiones ideológicas y de mera oposición política. La vicepresidenta primera, María Jesús Montero, afeó en su momento la actitud "infantil" de los 'populares'. "El viaje a China era obligado y necesario, está consensuado con la UE y nosotros somos un país soberano con nuestras prioridades y obligaciones", argumentó entonces. "El Gobierno de España, más allá de la crisis arancelaria con Estados Unidos arancelaria, va a seguir posibilitando que las empresas de nuestro país tengan apertura de otros mercados. El chino es especialmente importante por su volumen de consumidores y se han cerrado importantes acuerdos en este entorno", sentenció.
Aquellos acercamientos tienen ahora consecuencias positivas, como la confianza bilateral para que la capital española sea la sede de una importante conversación comercial entre las dos principales economías del mundo.