Una joven fue detenida el pasado 12 de mayo fue detenida una joven durante la huelga convocada por el Comité Nacional del Paro. El arresto se produjo de forma arbitraria pues no violentó ninguna ley y, de hecho, en un principio ni siquiera estaba manifestándose. Sin embargo, el escuadrón antidisturbios ESMAD la apresó. Días después, ha trascendido que la joven fue puesta en libertad tras haber sufrido abusos sexuales por parte de los agentes y se suicidó.

Su nombre es Alison Liseth S. (17 años). Se dirigía a casa de un amigo cuando se topó con la concentración y, al ver un choque entre manifestantes y policías, optó por grabar con el móvil, lo cual no está prohibido en Colombia.

Los agentes, al verlo, se abalanzaron sobre ella para quitarle el teléfono, pero Alison se lo negó y un de ellos le propinó un golpe en el estómago. En ese punto, la cargaron entre cuatro policías y se la llevaron no sin forcejear. 

Unas horas después, fue puesta en libertad. Pero algo había pasado, pues al día siguiente, el jueves 13 a las 10:30 horas aproximadamente, Alison se suicidó respirando gas propano de una bolsa de plástico. Antes de fallecer, ya circulaba por redes sociales su historia, pues ella misma relató en Facebook que los policías abusaron de ella: "No iba con ellos"… "me bajaron el pantalón", "me manosearon hasta el alma”.

La ONG Temblores ha documentado al menos 16 episodios de violencia sexual ejercida contra las mujeres por parte de agentes de la Policía de Colombia durante las manifestaciones que desde hace dos semanas sacuden las principales ciudades del país contra el Gobierno de Iván Duque.

Entre estas denuncias se encuentra la de la joven de 17 años de Popayán, en el suroeste de Colombia.

Los choques entre manifestantes y la Policía han aumentado en Popayán tras conocerse esta denuncia, la cual se ha repetido en otras ciudades como Cali, Bogotá, Palmira y Acacías.

Para la investigadora de Temblores Lina Porras, estas expresiones de violencia sexual "demuestran que los cuerpos de las mujeres son comprendidos como territorio para inscribir el poder, para ejercer la autoridad, y son entendidos como objetos que se pueden poseer, violentar", señala para el diario 'El Espectador'.