El Gobierno italiano ha adoptado nuevas medidas para paliar las consecuencias del Covid-19 en el país. Giuseppe Conte, primer ministro del país transalpino, ha anunciado el cierre de todos los establecimientos excepto que deban atender las necesidades básicas. Así, solo quedan abiertas al público las farmacias y las tiendas de alimentación.

También ha incidido en que las fábricas seguirán abiertas, pero con fuertes medidas de seguridad.  "Gracias a los italianos que hacen sacrificios. Es la prueba de que somos una gran nación", ha explicado el dirigente.

Se refuerza así la seguridad después de que el pasado lunes el Gobierno italiano decidiera restringir los movimientos en todo el país para contener los contagios de coronavirus. De esta forma el país daba un paso adelante, dejando de regirse por las vicisitudes de las regiones, hasta el momento marcadas por colores dependiendo del nivel de afectados.

Ya en ese momento, el presidente de Lombardía, la zona más afectada, solicitó tomar medidas más drásticas, como "el cierre de todas las actividades comerciales no esenciales y del transporte”.