El Gobierno de Gaza denunció que al menos 25 personas fallecieron y 120 resultaron heridas en dos bombardeos del Ejército de Israel. Los ataques se dirigieron contra una escuela en el campamento de refugiados de Nuseirat y contra tiendas de campaña en el Hospital de los Mártires de Al Aqsa, en Deir al Balá. Estos lugares servían de refugio para personas desplazadas.
En el ataque a la escuela 'Mufti', 22 personas perdieron la vida, incluyendo 15 niños y mujeres, mientras que 80 personas resultaron heridas. La oficina de medios del Gobierno de Gaza ha expresado su indignación, señalando que el Ejército de Israel era consciente de la presencia de miles de niños y mujeres desplazados en la escuela, la cual no estaba clasificada como zona de combate.
El número de centros de acogida y desplazados bombardeados ha ascendido a 191, según fuentes oficiales gazatíes. Además, han destacado la difícil situación sanitaria en la provincia central de Gaza, donde residen más de un millón de personas. El Hospital de los Mártires de Al Aqsa, afectado también por los ataques, enfrenta grandes dificultades para proporcionar servicios médicos debido al hacinamiento y al flujo constante de heridos.
Los ataques israelíes dejan múltiples víctimas en centros de acogida
Por otro lado, Hamás ha calificado estos ataques como una “horrible masacre” y una muestra de la guerra de exterminio que, según ellos, Israel no continuaría sin el apoyo de Estados Unidos y el silencio internacional. Han hecho un llamado a la comunidad internacional y a Naciones Unidas para que intervengan y detengan la agresión, así como para que los líderes israelíes sean juzgados por sus crímenes.
El Ministerio de Sanidad de Gaza reportó cuatro muertos y 40 heridos tras un bombardeo contra tiendas de campaña en el Hospital de los Mártires de Al Aqsa. Este ataque provocó un gran incendio, afectando mayormente a niños y mujeres que se encontraban en el hospital. Las autoridades reiteraron su llamado a las instituciones internacionales y a Naciones Unidas para proteger los hospitales y al personal sanitario frente a estos ataques.
Además, la oficina de prensa gazatí ha recordado que este lugar ha sido bombardeado en múltiples ocasiones durante el año, describiendo estos actos como parte de un “crimen de genocidio y limpieza étnica”. Han responsabilizado directamente a la ocupación israelí y a la administración estadounidense por estos actos.
La UNRWA denuncia que la escuela atacada iba a ser el centro de una campaña de vacunación contra la polio
El portavoz del Ejército de Israel, por su parte, ha justificado los ataques alegando que se dirigían contra terroristas operando desde el hospital, y aseguró que se tomaron medidas para minimizar las víctimas civiles. Desde el inicio de la ofensiva israelí tras los ataques de Hamás el 7 de octubre, las autoridades de Gaza han reportado más de 42.200 muertos palestinos, a los que se suman más de 750 en Cisjordania y Jerusalén Este.
El comisionado general de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA), ha denunciado una nueva noche de devastación en la Franja de Gaza. Philipe Lazzarini describió la situación como "otra noche de horror en la zona central de Gaza" y expresó que este ciclo de violencia no debe convertirse en algo habitual, instando a que prevalezca la humanidad. En una trágica coincidencia, la escuela atacada estaba prevista para ser un centro de vacunación contra la polio este mismo lunes, una campaña que ha tenido que ser cancelada debido a los severos daños sufridos en la infraestructura.