La reunión en Bruselas entre el vicepresidente de la Comisión Europea encargado de la relación con Reino Unido, Maros Sefcovic, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, su homólogo británico, David Cameron, y el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, ha concluido sin ningún acuerdo.

Tras seis horas de encuentro, con el que se buscaba cerrar el acuerdo que regulará la relación entre Gibraltar y la UE tras el Brexit, el Gobierno británico ha informado en un comunicado que ha habido "importantes avances y áreas adicionales de acuerdo", pero no se ha cerrado ningún acuerdo oficialmente.

 

"Hemos acordado no entrar en un excesivo detalle para proteger lo ya acordado y seguir avanzando en esos aspectos que aún necesitan más desarrollo técnico. Queremos mantener el método de trabajo actual, que es prácticamente una reunión de trabajo permanente", ha expresado José Manuel Albares ante los medios de comunicación. "Quiero agradecer públicamente a todos el trabajo y el esfuerzo que están haciendo para alcanzar este acuerdo. Todos hemos expresado nuestro compromiso rotundo con el objetivo final, que es alcanzar ese acuerdo para esta zona de prosperidad compartida y crear una nueva relación basada en la confianza y la prosperidad", ha añadido.

"Estamos avanzando muy rápidamente para concluirlo. No es un punto y aparte sino un punto y seguido. La perspectiva no ha de ser el hecho de que no hemos alcanzado un acuerdo ahora, sino que estamos más cerca de conseguirlo en un futuro próximo", ha expuesto.

Por su parte, el vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, ha reafirmado las palabras de Albares. "Estaremos en contacto constante. Las discusiones que hemos tenido hoy sobre diferentes ideas que hemos estado compartiendo han sido evaluadas por todos los equipos negociadores. Agradezco a todos la labor y seguiremos trabajando para alcanzar el acuerdo definitivo", ha defendido.

 

Anterior acercamiento en abril con el mismo resultado

Bruselas y Londres escenificaron el pasado mes de abril el deshielo político de las conversaciones tras dos años y medio de negociación técnica sin que trascendieran avances concretos. La cita se produjo, además, días después del malestar creado en el Gobierno español por las declaraciones de otro vicepresidente comunitario que puso en duda las opciones de acuerdo antes de que se produjeran las elecciones europeas del 9 de junio.

Cameron y Sefcovic evitaron entonces comparecer al término de su encuentro, pero aseguraron mediante un comunicado conjunto que había progresos "significativos" que permitieron acordar "líneas políticas generales, incluidas sobre el aeropuerto, bienes y movilidad. A la cita acudieron también Albares y Picardo en un formato a cuatro que se ha repetido este jueves.

La declaración de abril incluyó, además, el compromiso de continuar las negociaciones durante las siguientes "semanas" en aras de "concluir el Acuerdo UE-Reino Unido", sin dar más detalles sobre el calendario ni aclarar si habría nuevos encuentros a nivel político para llegar a un acuerdo que resuelva el 'limbo' en el que se encuentra el Peñón en su relación con el bloque desde que se consumó el Brexit.

El acercamiento, no obstante, despertó las alertas en Londres y los diputados de la comisión de vigilancia de las relaciones con la Unión Europea en la Cámara de los Comunes avisaron la semana pasada en una carta de su "preocupación" por el riesgo de que lo pactado suponga una cesión de soberanía por parte de Reino Unido, habida cuenta de que Gibraltar deberá alinearse con parte del acervo comunitario bajo el escrutinio del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE). En su escrito, los diputados llamaron a suspender las negociaciones.

Desde el arranque de las conversaciones se apunta a la supresión de la Verja y la entrada 'de facto' de Gibraltar en Schengen, para lo cual los controles fronterizos deberán trasladarse al puerto y el aeropuerto. Reino Unido rechaza que sean agentes españoles los que efectúen esos controles, de ahí que sobre la mesa esté una propuesta para que durante un periodo transitorio de cuatro años esta tarea recaiga en la Agencia Europea de Fronteras (Frontex). Otro de los aspectos más espinosos de la negociación, de la que apenas han transcendido detalles en los más de dos años transcurridos, es el del aeropuerto de Gibraltar. El aeródromo se encuentra construido en el istmo que une el Peñón con el resto de la península y es territorio en disputa.

España ha venido reclamando el uso compartido de las instalaciones para que puedan beneficiarse de ello toda la región, pero Reino Unido se opone de plano, considerando que choca con su postura respecto a la soberanía.

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