El comité de Estados Unidos (EEUU) que investiga el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 sentencia que los hechos fueron “la culminación de un intento de golpe” por parte del expresidente Donald Trump, quien había perdido las elecciones contra Joe Biden. Esto dijo Bennie Thompson, de los demócratas, casi en el preciso instante en el que comenzó la comisión que investiga el 6-E, un episodio que se saldó con cinco muertos.

Una de las personas que así lo respalda, lejos de pertenecer al Partido Demócrata, se encuentra en un núcleo muy conservador de los republicanos en el Congreso y es hija del también derechista y exvicepresidente Dick Cheney. Se trata de Liz Cheney, vicepresidenta del comité de la Cámara de Representantes que investiga el caso que puso el foco sobre el país y cuestionó en muy cierto modo la democracia ejemplar del mismo.

“Aquellos que invadieron nuestro Capitolio y lucharon contra la policía durante horas estaban motivados por lo que el presidente Donald Trump les había dicho: que les habían robado las elecciones y él era el presidente legítimo”; dice Cheney, quien es clara: “Trump convocó a los insurrectos, los reunió y encendió la llama de ese ataque”. La representante del partido ahora en la oposición lamenta que los hechos obedecen a “una violación clara y flagrante de la ley y de la Constitución destinada a cambiar el resultado de unas elecciones”.

Estas son solamente algunas de las declaraciones que se produjeron el pasado jueves durante la primera audiencia televisada del comité investigador del asalto al Capitolio, en la que se aportaron nuevas imágenes sobre lo acontecido aquel catastrófico día de enero.

Un asalto orquestado

Los estudios incluyen la realización de un millar de entrevistas y el examen de más de 140.000 documentos. Entre todo el material destacan fotografías y vídeos inéditos, así como una colección de declaraciones de exasesores y familiares de Trump, uno de los policías agredido por los insurrectos, un documentalista que presenció una reunión de líderes ultras implicados y un largo etcétera que vienen a certificar que el máximo mandatario actuó en coordinación con los grupos que lideraron el asalto.

Entre el archivo, uno de los vídeos muestra como uno de los ultras que se situaron a la cabeza del ataque leía un tuit de Trump en el que este denunciaba el, según él, fraude electoral, y llamaba a la movilización. Algunos de los insurrectos buscaron al vicepresidente Mike Pence, quien se negó a anular la victoria de Biden y le reconoció como justo ganador, para matarlo por ello. “Puede que tengan razón y se lo merezca”, sostuvo el líder ultraconservador.

El documentalista Nick Quested, quien trabajó con los Proud Boys (uno de los grupos) sin tener ni idea de lo que planeaban, respalda que más de 200 acudieron al mítin en el que Trump calentó el terreno. Los insurrectos tenían la intención, parece, de ver los fallos de seguridad que tenía el lugar presidencial y cómo podían entrar en él.

Asesores de Trump, contra Trump

Además del vicepresidente Pence, varios asesores de Trump se postularon en contra del asalto al Capitolio. Entre ellos William Pelham Barr, exfiscal general; y la hija del todavía líder republicano, Ivanka Trump. El primero calificó de “tontería” lo que pretendía hacerse, mientras que la segunda sentenció que ella “respeta” a su compañero de partido, por lo que aceptó sus declaraciones.