Diego Fernando Botto era actor y miembro de las juventudes peronistas. Fue uno de los represaliados de la dictadura militar de Videla en Argentina. Desapareció una noche con apenas 28 años. Ni su mujer, la actriz Cristina Rota, ni sus tres hijos volvieron a saber de él. La familia se vio obligada a exiliarse a España. Juan Diego Botto es uno de esos hijos y recuerda a su progenitor este lunes, en el que habría cumplido 68 años. También a los 30.000 desaparecidos de la dictadura.

"Es una figura que está muy presente en mí. Creo que se sentiría orgulloso de esta función... Supe de él por los vídeos de Super 8, por lo que nos contó mi madre, por lo que dicen sus amigos, por las dos películas que hizo como actor, ambas malísimas; en una hacía de un chico bien secuestrado por la Mafia y en otra era un estudiante rebelde... Fue secuestrado el 21 de marzo de 1977 y ya no se supo de él... Era muy activo, un gran deportista, era un líder... Muy talentoso, según su maestro, Agustín Aleso, y muy guapo, mira ahí lo ves en las fotos, solo y con mi madre... Tenía siete hermanos y todos viven...". Así decribió el actor a Espacio de Memoria y Derechos Humanos la desaparición de su padre, Diego Fernando Botto. 

Juan Diego Botto es una de las voces públicas más reivindicativas de la memoria histórica y se ha significado especialmente contra la impunidad del franquismo. Ha participado en el documental Desde el otro lado del charco. Una historia de verdad, justicia y reparación. En su opinión, hacer desaparecer a las víctimas "es una forma de borrar las huellas de un crimen y aumentar una tortura psicológica".