Se trata de un conflicto histórico que ha permitido que la localidad costasoleña de Fuengirola cuente desde hace 15 años con 74.000 metros cuadrados más en su apreciado y costoso término municipal. Esta anomalía urbanística se logró a costa de usurpárselo a otra gran ciudad turística como es la limítrofe Benalmádena. Nos referimos a la conocida e importante zona de la zona de El Higuerón que Fuengirola incorporó a su PGOU en 2006.

Para conocer la causa de este hecho habría que remontarse a 1981. En ese año se redactó el PGOU de Benalmádena existiendo un error administrativo que provocó que estos terrenos quedaran fuera de dicho Plan General de Urbanismo. En todo caso este error no conllevaba que se alterasen oficialmente las lindes de entre las dos localidades, sino que no estaba recogido su desarrollo urbanístico, aunque los terrenos seguían perteneciendo legítimamente a Benalmádena.
 

La actual alcaldesa del PP era entonces concejala de Urbanismo

Según explica el alcalde socialista de Benalmádena, Víctor Navas, “ese terreno era un erial hasta que en 1992 se construyó la autovía del Mediterráneo, ubicándose en ese entorno un nudo viario de comunicaciones de gran importancia: la rotonda de acceso a la zona del Higuerón”. Continúa el regidor de Benalmádena explicando que “cuando a principios de la primera década del siglo XXI comienza el desarrollo urbanístico de la zona, el Ayuntamiento de Fuengirola ‘se apropia’ de estos 74.000 metros cuadrados de territorio incluyéndolos en el PGOU, en un momento en el que la actual alcaldesa de Fuengirola, Ana Mula, era concejala de Urbanismo”.


Fuengirola se aprovechó de la inestabilidad política de Benalmádena

El Ayuntamiento de Benalmádena no permaneció impasible ante esta usurpación en toda regla de su término municipal. El entonces alcalde de Benalmádena, Enrique Bolín, inició la primera reclamación en 2006; y, a partir de entonces, en 2007 se produjo un cambio de gobierno, en 2009 una moción de censura, en 2011 un nuevo cambio de gobierno, seguido en 2012 de otra moción de censura: una constante incertidumbre en la gestión municipal que provoca que no sea hasta 2015, con los socialistas gobernando y Víctor Navas de alcalde, que Benalmádena vuelva a gozar de estabilidad política.

“Como consecuencia de la inestabilidad política que lastró la gestión municipal de Benalmádena entre 2007 y 2015, no se inició antes esta legítima reclamación para culminar un procedimiento beneficioso para Benalmádena”, destaca el alcalde Navas.

Víctor Navas, alcalde de Benalmádena

Prosigue el alcalde reseñando la larga y compleja historia de este desaguisado explicando como “durante esas dos legislaturas de inestabilidad política Fuengirola aprovechó para consolidar su posición sobre esos terrenos, que no eran suyos atendiendo al acta de deslinde vigente; y desde 2015 hemos trabajado, en contacto con la Junta, para tratar de recuperar unos terrenos que legítimamente pertenecen a Benalmádena, y es ahora cuando la administración autonómica publicará en el BOJA la ratificación del deslinde vigente entre ambos municipios, que es el de 1874”.

Y es que en efecto, la historia de esta anomalía puede cambiar tras conocerse que la Dirección General de Administración Local de la Junta de Andalucía ha comunicado recientemente al Ayuntamiento de Benalmádena su propuesta de resolución sobre los límites de los términos municipales ambas ciudades. Según esa orden del Gobierno regional se ratifica el criterio defendido desde el Ayuntamiento de Benalmádena: la vigencia del acta de deslinde de 1874 como criterio oficial y definitivo para marcar la separación entre ambas localidades.
 
Las consecuencias de esta resolución deberá ser que Benalmádena recuperaría esos 74.000 metros cuadrados de la zona del Higuerón que Fuengirola incorporó y se apropió merced a su PGOU en 2006.
 
“Finalmente la Junta de Andalucía nos ha dado la razón en este procedimiento administrativo iniciado ya hace bastante tiempo”, ha comentado el alcalde subrayando como “esta resolución favorable supone reconocer el derecho que tiene el Ayuntamiento de Benalmádena de reclamar 74.000 metros cuadrados de terrenos que legítimamente le corresponden y se apropió Fuengirola en 2006”, ha valorado el alcalde.

Más ingresos e incremento del padrón 

En estos 74.000 metros cuadrados actualmente existen unas 400 viviendas, además del desarrollo urbanístico pendiente del entorno, con lo que ello implica en recaudación de impuestos, tasas urbanísticas e incremento en el padrón “que deberían revertir en Benalmádena, y hoy por hoy lo están haciendo en Fuengirola”.
 
La voluntad del alcalde socialista con respecto al Ayuntamiento del PP de Fuengirola es de talante dialogante y respetuoso pero exigente a la vez: “En los próximos días vamos a ponernos en contacto con el Ayuntamiento de Fuengirola para, a raíz de esta resolución administrativa de la Junta, llegar a algún tipo de acuerdo para recuperar lo que legítimamente pertenece a Benalmádena, y podamos así realizar la gobernanza en unos terrenos que son nuestros”, ha anunciado el alcalde.
 

Reclamar hasta el último metro

“Como Ayuntamiento vamos a tratar, desde el diálogo y el consenso y estableciendo una mesa técnica, de recuperar esos terrenos, pero si el Consistorio de Fuengirola no atiende a razones, iremos hasta las últimas instancias y vías jurídicas para reclamar hasta el último metro y el último céntimo de impuestos que le corresponden a los vecinos y vecinas de Benalmádena”, ha advertido Navas.