El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha vuelto a reactivar su agenda mediática tras el paréntesis de sus dudas en torno a su continuidad política. Una vez confirmado que volverá a ser el candidato del PP en las elecciones gallegas, el presidente regional se ha presentado en Madrid para protagonizar el foro Tribuna Autonómica, organizado por El Mundo. Allí, arropado entre otros pesos pesados del partido por Javier Arenas o Soraya Sáenz de Santamaría, el gallego ha defendido el legado de su predecesor Manuel Fraga, exministro franquista y fundador de AP. Feijóo se ha pasado de frenada en el halago a la hora de potenciar el perfil internacional de Fraga ya que aseguró que "el deshielo que la Unión Europea y los Estados Unidos han iniciado en Cuba tiene su origen en el histórico viaje que el presidente de la Xunta realizó a la isla en septiembre de 1991".

Más que el exceso en la adulación lo que sorprende de Feijóo es que haya olvidado todos los boicots del PP precisamente a ese "deshielo" del que ahora presume. No hace tanto tiempo y cuando el Gobierno socialista con Miguel Ángel Moratinos exploraba las vías diplomáticas el PP, entonces en la oposición, llamaba al exministro español "embajador del castrismo" y le acusaba de "pasarse por el forro" a la oposición.  

En cualquier caso pese a los esfuerzos históricos del  PP para boicotear los esfuerzos diplomáticos Feijóo ha desarrollado su propia agenda en Cuba representando los intereses económicos en la zona de empresas gallegas. El presidente regional emprendió en 2013 su viaje comercial apelando también a Fraga y cuando el Ejecutivo de Rajoy tensaba las relaciones con el Gobierno de los Castro por el caso Carromero.