Lejos quedaron esos años donde la campaña electoral se jugaba en los mítines y en los debates de televisión. Siguen siendo dos escenarios clave, pero el fenómeno de las redes sociales y el apego de la ciudadanía a la instantaneidad han originado que las formaciones políticas tengan que elaborar incalculables estrategias para estar al lado del posible elector durante las 24 horas del día.

El rápido acceso a la información es pieza fundamental para el ciudadano de a pie que sigue con fervor la actualidad. Además de las poliédricas virtudes de los representantes públicos, las formaciones libran un juego de suma importancia que no se publica de cara al exterior. A nadie se le escapa que los poderes fácticos influyen en política. Tanto aquellos que financian a las estructuras -bancos, lobbys, fundaciones, empresas- como los que dan el soporte vital para viralizar su mensaje.

Y aquí es donde entran los medios de comunicación. Cada cual tiene su línea editorial, es cierto, pero a los periodistas se les presupone un ejercicio de profesionalidad, de ser lo más imparciales que se pueda. Con un escenario en el que un puñado de papeletas en una provincia pequeña puede suponer que la moneda caiga de uno u otro lado (como se ha demostrado en las pasadas elecciones), tratar de desmontar las fake news es clave para que los electores puedan decidir su voto sin verse alterados por una falsa realidad vendida como información real.

La Asociación de la Prensa de Madrid aprovechó el marco de la campaña electoral, en un contexto político muy complicado, para sacar a relucir a través de sus redes sociales los falsos noticiarios que venden propaganda electoral haciéndose pasar por medios serios.

El listado, en el que no se incluyen todos los que son, fue elaborado por Julio Montes, cofundador de Maldita.es. Si analizamos las cabeceras que son puestas en entredicho, podemos observar que son algunas de las más proclives al ascenso de la extrema derecha española.

Además de su mensaje, claramente partidista, desde ElPlural.com hemos ido contando cómo estos noticiarios, cercanos al jefe de campaña de Vox, Juan Ernesto Pflüger, se han hecho eco de encuestas realizadas por empresas demoscópicas sin ningún recorrido, creadas exclusivamente para mentir sin ningún tipo de validez científica.

Un ejercicio de malversación informativa que pretende contaminar el campo de las ideas. Falsos rotativos que no son más que un ala de los perfiles de redes sociales del propio partido que pretenden influenciar escondidos en una falsa verdad.