Este viernes Vox ha presentado una moción en todos los ayuntamientos de la Comunidad Valenciana en los que gobierna para rebajar su oposición a la declaración institucional en memoria de las víctimas del Holocausto nazi. En el ayuntamiento de la capital del Turia la extrema derecha se negó a su aprobación argumentando que no se podía supeditar una declaración de este tipo a los requisitos del lobby LGTBI y del Islam, negando que en los campos de exterminio hubieran personas homosexuales.

Esta posición provocó que los colectivos LGTBI anunciaran su predisposición a querellarse ante estas declaraciones. Tanto Diversitat como Arcópoli avisaron de que el negacionismo del que hizo gala la extrema derecha en el Consistorio valenciano estaba tipificado en el artículo 510 del Código Penal “de los delitos cometidos con ocasión del ejercicio de los derechos fundamentales y de las libertades públicas garantizados por la Constitución”.

Esta ley aclara que “serán castigados con una pena de prisión de uno a cuatro años” aquellos que “públicamente nieguen, trivialicen gravemente o enaltezcan los delitos de genocidio, de lesa humanidad o contra las personas y bienes protegidos en caso de conflicto armado, o enaltezcan a sus autores, cuando se hubieran cometido contra un grupo o una parte del mismo, o contra una persona determinada por razón de su pertenencia al mismo, por motivos racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología, religión o creencias, la situación familiar o la pertenencia de sus miembros a una etnia, raza o nación, su origen nacional, su sexo, orientación o identidad sexual, por razones de género, enfermedad o discapacidad, cuando de este modo se promueva o favorezca un clima de violencia, hostilidad, odio o discriminación contra los mismos”.

Asustados por ello, tal y como explican fuentes del colectivo, han decidido huir hacia adelante presentando una rectificación en forma de moción en la que liman sus palabras alegando que su ‘no’ en la sesión plenaria responde a no “diluir la tragedia de este hecho histórico para dar fuerza a las obsesiones ideológicas de la izquierda con el beneplácito del PP y Ciudadanos”.

“VOX recuerda a todas las personas que sufrieron persecución en los campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial y, especialmente a la comunidad judía, así como los católicos, los disidentes políticos, personas de etnia gitana y homosexuales”, rematan, incluyendo, esta vez sí, a los homosexuales entre los damnificados por la masacre reaccionaria que tuvo lugar durante el Tercer Reich.