Francisco Serrano, quien fuera candidato a la Junta por Vox en Andalucía en las últimas elecciones autonómicas del 2018 concurriendo por la provincia de Sevilla y hasta ahora presidente del Grupo Vox en el Parlamento andaluz, ha anunciado este miércoles que abandona el grupo parlamentario, aunque mantendrá el acta como diputado no adscrito. El dirigente se ha dado de baja del partido de Santiago Abascal después de que la Fiscalía Superior de Andalucía haya formulado una querella contra él por presunto fraude de subvenciones.

La decisión de Serrano llega después de que la Fiscalía Superior de Andalucía haya informado de que ha interpuesto este miércoles una querella ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) contra Serrano al atisbar indicios de un presunto delito de fraude de subvenciones con relación a la ayuda estatal recibida en 2016 por la sociedad limitada Bio Wood Niebla, dado el papel de dicho diputado autonómico y otrora candidato de Vox a la Presidencia de la Junta como socio de tal entidad.

A pesar de la denuncia y la sucesión de eventos que ésta ha desembocado, Serrano seguirá siendo diputado. De esta manera, el actual diputado no adscrito continuará cobrando 3.197,58 mensuales a pesar de su dimisión tras la citada querella por un presunto fraude en subvenciones. Además, Serrano mantendrá su condición de aforado. 

Serrano pudo seguir ejerciendo como abogado sin renunciar a su acta

El pasado 12 de marzo de 2019, la Comisión del Estatuto de los Diputados dio su visto bueno aprobación a la compatibilidad de la actividad profesional de Serrano, en aquel momento presidente del grupo parlamentario de Vox, además de a otros siete compañeros de partido.

Según refleja la declaración de bienes e intereses presentada en el Parlamento de Andalucía, Serrano cuenta con participaciones en su despacho de abogados (Despacho Serrano Abogados Servicios Jurídicos S.L.P.) por valor de  62.252 euros.

Segunda dimisión de un diputado de Vox en Andalucía

La dimisión de Serrano no es una novedad en la filas de la ultraderecha en Andalucía. Concretamente, Luz Belinda Rodríguez, que concurrió por la provincia de Almería, decidió a principios de año romper relaciones con el partido de Santiago Abascal y solicitó pasar a ser no adscrita tras interponer una denuncia ante la Policía Nacional contra sus compañeros y asegurar que ha sufrido "acoso laboral".

A mediados de marzo, la ex de Vox se pasó a las filas de Falange Española de las JONS: "Me he sumado al proyecto de Falange como independiente. Llevaré mis propuestas, que coinciden con la de Falange, pero no me he afiliado. Estamos trabajando juntos", señaló. 

Tras su salida del partido que lideraba Francisco Serrano, la diputada de la formación fascista destacó que  "cuando era portavoz adjunta era un cero a la izquierda. Solamente los hombres pueden hablar en Vox y solamente los hombres pueden estar en todos lados, las mujeres estamos un poco anuladas. Me voy porque no me dejan trabajar".