Este miércoles ha tenido lugar la segunda sesión y la primera votación del debate de investidura de Alberto Núñez Feijóo, candidato sin apoyos designado por el rey Felipe VI. La Carrera de San Jerónimo ha amanecido con el desfile de trajeados diputados, las quejas de cerca de un centenar de jubilados que pedían la revaloración perpetua de las pensiones conforme al IPC y las pruebas de algunos aviones del Ejército que ensayaban su puesta en escena en el desfile militar del próximo 12 de octubre.

Todos ellos, los que entraban, los que se quejaban y los que probaban, sabían el resultado que cosecharía Feijóo en el primero de sus intentos para ser elegido presidente del Gobierno. Era la crónica de un fracaso anunciado: 172 ‘síes’ frente a 178 ‘noes’ que marcan el camino a un Pedro Sánchez que empieza a acercarse a su momento, el de la verdad, el de las reuniones a alto nivel para conformar una aritmética que le sea favorable.

Todos los agentes implicados en estas conversaciones piden que se acelere el proceso. En Moncloa todavía creen que pueden presentar unos presupuestos en tiempo y forma, por lo que la celeridad en la toma de posesión de Sánchez se antoja vital para llegar a Europa con unas Cuentas Públicas aprobadas que sean del agrado de la Comisión.

Una vez finalizada la sesión ha llegado el momento de los corrillos. Cientos de diputados se agolpaban junto a periodistas en el patio interno de la Cámara, dejando pinceladas sobre el horizonte parlamentario que se vislumbra tras el previsible segundo fracaso del candidato del PP el próximo viernes. “Será la tercera semana de octubre, previsiblemente”, se aventuran a indicar fuentes del PSOE.

La propia Francina Armengol, presidenta de la Mesa del Congreso, no dudará en dirigirse a Zarzuela ese mismo viernes para comunicar al Jefe del Estado de la nueva situación que se pone en marcha. Se desconoce cuándo convocará Felipe VI a los grupos para una nueva ronda de audiencias. Sánchez aguarda su turno y Armengol marcará en rojo las fechas definitivas en las que la XV Legislatura de nuestra democracia puede empezar a caminar con un presidente del Gobierno.

Una investidura para huir de la caverna

El análisis sobre la segunda sesión plenaria del debate de investidura ha sido muy parecido al del martes, aunque sin la carta de Óscar Puente monopolizando el desfile de halagos y críticas. Desde el PSOE aseguran que, una vez más, “las intervenciones del candidato Feijóo han estado trufadas de bulos, gags y frases hechas que llevamos escuchando a los dirigentes del Partido Popular durante décadas”.

“Su tiempo en la tribuna de oradores es una oda a la demagogia que, lejos de aportar un programa de gobierno como es obligación de quien recibe el encargo del Jefe del Estado, es una suma de insultos a los diferentes grupos de la cámara… menos a la ultraderecha negacionista de Vox. Un discurso destinado a contentar a la caverna política y mediática que comienza a dudar de las capacidades de Feijóo”, prosiguen estas mismas voces de los socialistas, vertiendo así de dudas el papel de liderazgo de un Feijóo constantemente amenazado por aquellos que opinan que el final de su camino está a la vuelta de la esquina.

“La investidura fake de Feijóo estaba diseñada para que nadie le mueva la silla en el PP, en un momento en el que desde muchos territorios se mira al dirigente gallego con lupa”, insisten desde Ferraz. “Los socialistas, como dijimos ayer, esperamos el final de esta farsa, que caiga el telón cuanto antes y el candidato Feijóo finalice su triste periplo por la política nacional. Ha sido un año largo en el que una persona que venía con amplias expectativas entre los suyos, ha sido capaz de acabar con todas y cada una de ellas en pocos meses”, prosiguen.

Finalmente, y dejando claro que no hay tiempo de perder y que España debe contar con un Gobierno a pleno rendimiento más pronto que tarde, los socialistas indican que se ha acabado el tiempo de los teloneros: “Se acaba el tiempo del candidato Feijóo. Se acaba el tiempo de la política ficción, y llega el tiempo de la política que piensa en los ciudadanos y no en mantener la silla caliente en su despacho del PP”.