Nueva jornada del juicio contra Miguel Frontera, el presunto instigador de las protestas continuas frente a la residencia del vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, y la ministra de Igualdad, Irene Montero. Tras la declaración telemática del líder de Podemos, hoy acudía al Juzgado de Instrucción número 1 de Collado Villalba (Madrid) el acusado, que ha estado escoltado de una comitiva de un poco menos de dos decenas de personas, ataviadas con banderas de España a modo de capa, y de medios de comunicación como OkDiario que han entrevistado a algunos de los presentes, destacando algunas mujeres sin mascarilla o con la protección por debajo de la nariz que vociferaban que “no hay justicia” y qu no estaban haciendo "nada malo".

En la jornada de ayer, Pablo Iglesias se quejó de que las protestas frente a su casa han afectado a sus tres hijos menores de edad, que han tenido que soportar “cómo insultan a su padre”. Tras él, declaró Irene Montero, quien dijo haber sentido miedo, acusó a Frontera de haber grabado imágenes del interior de la residencia y aseguró que sus hijos habían alterado “las rutinas” y a veces “se despiertan”.

Hoy era el turno de declarar del acusado, Miguel Frontera, a quien defiende Polonia Castellanos, la dirigente de la asociación Abogados Cristianos, que intentó encerrar en la cárcel al actor Willy Toledo por un supuesto delito de blasfemia. Además, Frontera ha sido escoltado por entre 10 y 20 personas, la mayoría vecinos de Galapagar que también acosan la casa de Iglesias, ataviados con banderas de España a modo de capas.

Algunos de ellos han sido entrevistados por una periodista de OkDiario quien una y otra vez les preguntaba por “el casoplón” de Iglesias y denunciaba una especie de conspiración de la alcaldesa del PP, Mariola Vargas, a quien acusaba veladamente de poner villancicos por megafonía para boicotear la protesta de los españolistas.

Una de las entrevistadas ha sido una mujer que, sin mascarilla, vociferaba que “cada vez hay menos justicia en España” y que quienes deberían tener miedo son “los vecinos de Madrid, que nos están arruinando”. “Estos señores están impunes de todo, el que debería estar aquí es el vicepresidente que es un sinvergüenza”. Esta vecina aseguraba ser una de las recurrentes en las protestas frente a la residencia de Iglesias y Montero, pero “soy una persona de ley, no tengo problemas con la Justicia y no estoy haciendo nada malo”. Por el contrario, se preguntaba si no se iban a perseguir “los ataques al rey y a las princesas” de Iglesias.

Otro de los entrevistados ha sido un vecino de Iglesias en Galapagar que sí llevaba mascarilla pero que hacía grande esfuerzos por mantenerla sobre la nariz durante su discurso. “Soy una persona buena, un buen hombre, soy un patriota español al que no le gusta lo bolivariano y he venido a defender España y la libertad”, señalaba. “Cayetana dijo que Pablo Iglesias era un hijo de terrorista”, señalaba sobre Iglesias, “quiere implantar el comunismo, es un peligro, una ideología genocida más peligrosa que el nazismo”. 

“España es una gran nación y con la ayuda de Dios no dejaremos que eso ocurra. Iglesias quiere vivir en su chalet blindado de seguridad como si fueran los Ceacescu de Rumanía. Nos han privatizado una calle la Guardia Civil y nos impiden pasar”, lamentaba este vecino del vicepresidente.