Este verano de 2025 pasará a la historia como el verano de los incendios. Durante los meses de julio y agosto, buena parte del país, especialmente el noroeste peninsular, ardió sin control hasta arrasar un total de 393.278,99 hectáreas quemadas, según datos arrojados por el programa Copernicus. Miles de familias tuvieron que ser desalojadas y abandonar sus hogares ante la peligrosidad de un fuego que avanzaba a marchas forzadas sin control y que, incluso, dejó pueblos enteros calcinados.
Frente a esta tragedia, los bomberos que trabajaron sin descanso para proteger la vida de las personas afectadas por los incendios y tratar de apagar y contener las llamas ocuparon durante un tiempo el centro del debate, siendo su labor ampliamente reconocida y agradecida por la sociedad, pero que también tuvieron que ponerse en pie de guerra por las condiciones laborales a las que se vieron sometidos por los gobiernos autonómicos, especialmente la Junta de Castilla y León, encabezada por Alfonso Fernández Mañueco; la de Extremadura, por María Guardiola; y el Ejecutivo autonómico de Galicia, presidido por Alfonso Rueda. En varias manifestaciones y protestas los bomberos denunciaron las condiciones pésimas a las que tuvieron que hacer frente durante los incendios con jornadas que superaban el máximo de horas permitido, con sueldos precarios y un escaso reconocimiento por parte de los gobiernos.
Fue con este telón de fondo cuando la importancia de las tareas de prevención se pusieron sobre la mesa y se abordó la necesidad de que los incendios se apaguen en invierno, con la habilitación de cortafuegos, la limpieza de los montes y, sobre todo, con condiciones laborales dignas para los bomberos los 365 días al año. Sin embargo, ya entrado el otoño, pero con el recuerdo de la tragedia todavía presente, el Partido Popular (PP) ha vuelto a la senda del descrédito y de las falsas promesas. Esta semana se ha conocido que el Gobierno de Extremadura ha procedido al cese de los 138 bomberos del Infoex a los que prometió la ampliación del contrato a todo el año. Además, estos mismos bomberos que ahora despide el PP de Guardiola fueron los mismos a los que el Ejecutivo extremeño otorgó a finales de agosto la Medalla de Extremadura, el máximo reconocimiento que entrega la comunidad. Tras ello, las redes han sido testigo del rechazo de estos profesionales a la decisión de la Junta. Uno de los bomberos forestales que trabajó en los incendios reprocha que les “han mentido, otra vez”. “El Gobierno extremeño ha despedido a los bomberos forestales de refuerzo del Infoex a los que dijo que contrataría todo el año. María Guardiola les otorgó la Medalla de Extremadura, se hizo la foto y les ha dado la patada”, lamenta.
Un mensaje que, además, ha sido compartido en X (antes Twitter) por el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente. “En el verano dije que ese era el momento de abrir en canal el debate sobre los incendios. Porque cuando pasasen se volvería a meter en un cajón. Pasó el verano y los engaños se ponen de manifiesto”, ha sostenido.
Por su parte, el ex director general de Medio Ambiente la Junta de Extremadura y actual presidente de la Asociación Extremeña de Empresas Forestales y de Medio Ambiente (AEEFOR), Paco Castañares, ha denunciado la última actuación del Ejecutivo de Guardiola. “Anunciaron a bombo y platillo que ampliarían la contratación a todo el año a los 138 bomberos forestales que tenían sólo seis meses de contrato anual y ahora les dejan tirados. Que sepan que si dejan tirados a los bomberos forestales, están abandonando a su suerte a nuestros montes, a nuestros pueblos, a nuestro medio rural y a la Extremadura que tanto dicen amar”, ha esgrimido.
“Urge una inmediata rectificación. Por ellos, que lo dieron todo poniendo en peligro sus vidas tras una gestión más que mejorable de los incendios que tuvieron que enfrentar. Por sus familias, que sufren cada vez que un bombero sale a enfrentarse con las llamas. ¡No merecen ser despedidos! Si no rectifican con urgencia, no podrán hacerse medidas preventivas este invierno y esta primavera. Y si no se hacen medidas preventivas nuestros montes arderán aún con más fuerza y virulencia que han ardido este verano. La sociedad extremeña lo sabe y no perdonará ese trato injusto a sus mejores hombres y mujeres”, ha sentenciado.
La Junta de Mañueco se une a Guardiola: “Hipocresía descarada”
Líneas similares son las que ha seguido el Gobierno de Castilla y León que, pese a ser la segunda comunidad autónoma con más hectáreas quemadas este verano -141.264-, ha procedido también al despido del 30% del personal. En un comunicado, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) reprocha que la Junta de Mañueco haya “desmantelado” el operativo de incendios forestales en el “peor año de la historia” mientras publicita “a bombo y platillo” un “plan engañoso” que “no estabiliza ni profesionaliza”.
Al hilo de ello, retratan la “actitud de hipocresía descarada sin precedentes” de la que "no serán cómplices ni apoyarán”. Por ello, advierten de que si este año no han tenido “capacidad para extinguir los incendios de agosto”, tampoco la van a tener “ante unas circunstancias similares, porque no se prevé aumentar ni las personas ni los medios”.
Asimismo, respecto al plan de mejora del operativo que esta semana anunció el consejero de Presidencia, Luis Miguel González Gago, desde CSIF señalan que se trata de “pura propaganda electoralista” que vuelve a reflejar el “desprecio sistemático que sufren la plantilla”. “No supone ninguna mejora estructural y laboral que permita un operativo realmente profesional”, añaden.
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