El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha elegido a Pilar Alegría, ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes y portavoz del Gobierno, como sucesora de Guillermo Fernández Vara, fallecido el pasado 5 de octubre, al frente de la Secretaría de Política Autonómica de la Comisión Ejecutiva Federal de los socialistas. El jefe del Ejecutivo demuestra así su confianza en la que lleva siendo la voz de la coalición desde hace casi dos años, cuando sucediera a la ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez.

La información adelantada por la Cadena Ser apunta a que será durante la Comisión Ejecutiva Federal de este lunes cuando llegue la propuesta y la votación orgánica, que daría a Alegría más peso del que ya goza. La aragonesa ya tenía un papel interno como vocal, cargo que ocupa desde enero de 2024, pero ahora pasará a ocupar la responsabilidad que el expresidente de la Junta de Extremadura desarrolló hasta su muerte.

Pilar Alegría, una vida vinculada al PSOE

Nacida en La Zaida (Zaragoza) en 1977, Pilar Alegría Continente encarna una de las trayectorias más sólidas dentro del socialismo actual. Maestra de formación -aunque nunca llegó a ejercer en un aula- y militante del PSOE desde joven, ha hecho del tono pedagógico su sello político. Hoy ocupa dos de los cargos más visibles del Gobierno de Pedro Sánchez: ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes y portavoz del Ejecutivo.

Criada en una familia trabajadora, Alegría estudió Magisterio en la Universidad de Zaragoza y completó un máster en Educación Social por la Complutense de Madrid. Su vocación pública la llevó pronto al ámbito institucional: fue diputada en el Congreso por Zaragoza en 2008, consejera del Gobierno de Aragón entre 2015 y 2019 y candidata a la alcaldía de Zaragoza en las elecciones municipales de 2019, donde el PSOE fue la fuerza más votada aunque sin alcanzar la alcaldía.

Su ascenso dentro del partido se consolidó en 2020, cuando Pedro Sánchez la nombró delegada del Gobierno en Aragón, un puesto desde el que ejerció de interlocutora entre la administración central y el Ejecutivo autonómico. Un año después, el presidente la incorporó al Consejo de Ministros, confiándole una de las carteras más sensibles: Educación y Formación Profesional.

Desde su llegada al Ministerio, Alegría ha impulsado una reforma educativa centrada en la modernización de la Formación Profesional y en la reducción del abandono escolar. Bajo su mandato, se han aprobado medidas como la nueva Ley de FP, orientada a adaptar los estudios a las necesidades del mercado laboral y a fortalecer la relación entre centros educativos y empresas. A la par, ha defendido con firmeza el modelo educativo público y ha puesto el foco en la igualdad de oportunidades, especialmente en las zonas rurales. En distintas intervenciones ha recordado su origen aragonés y su compromiso con la llamada “España vaciada”: “No hay futuro para un país que no garantice los mismos derechos vivas donde vivas”, ha repetido en más de una ocasión.

En noviembre de 2023, además de mantener su cargo en Educación, fue nombrada portavoz del Gobierno, una función que la ha situado en la primera línea mediática. Su tono calmado y su estilo didáctico la han convertido en una de las caras más reconocibles del Ejecutivo. Es también una figura de consenso dentro del PSOE, cercana a Pedro Sánchez pero con un discurso propio y con raíces sólidas en Aragón, donde en 2024 fue designada líder de la federación autonómica del partido.

Alegría combina el perfil institucional con una cercanía poco impostada. Habla de “escuchar antes de decidir”, de “explicar antes de imponer” y de “dar ejemplo desde la gestión pública”. Quienes la conocen aseguran que su forma de entender la política no se aleja tanto de la docencia: paciencia, claridad y convicción.

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