El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha vuelto a utilizar su cuenta en X para ejercer de azote contra los bulos que lanza la derecha mediática. Esta vez, su mensaje ha tenido un destinatario claro: el portavoz nacional del Partido Popular, Borja Sémper, a quien ha reprochado duramente por sus insinuaciones contra Leire Díez Castro, militante del PSOE y trabajadora de Correos.
“Ay Borjita. Quién te ha visto y quién te ve. Los principios a la altura del dobladillo del pantalón”, ha escrito Puente, en una publicación cargada de ironía, tras escuchar las declaraciones de Sémper, que intentaban alimentar la teoría conspirativa de un supuesto fraude electoral en las elecciones generales de 2023.
La derecha ha puesto en el centro de su diana a Leire Díez en los últimos días, rescatando su condición de trabajadora de Correos para dar una vuelta más al discurso del “pucherazo”. Sémper llegó a declarar en rueda de prensa: “No dudamos de los carteros de Correos, estamos absolutamente convencidos de su pulcritud profesional. Lo que dudamos es de la intencionalidad de gente de la talla moral de doña Leire”.
Las palabras del dirigente popular suponen un nuevo intento del PP por sembrar dudas sobre la limpieza del proceso electoral, pese a que los comicios del 23 de julio fueron avalados sin fisuras por la Junta Electoral Central, los juzgados y observadores nacionales e internacionales.
La reacción de Puente no ha sido aislada. Desde el PSOE se ha denunciado que el ataque contra Díez forma parte de una campaña orquestada por la derecha mediática y política que busca desacreditar los resultados de las elecciones por la puerta de atrás, ante la falta de pruebas o base legal.
Cómo la derecha mediática ha convertido un bulo en arma arrojadiza
El hecho de que Leire Díez sea militante del PSOE y, al mismo tiempo, trabajadora de Correos ha sido suficiente para que determinados medios y tertulianos afines al PP traten de colocarla en el centro de una supuesta trama de manipulación. La acusación, sin embargo, no tiene ni pies ni cabeza: los empleados de Correos no validan votos, ni pueden alterar el sentido del voto emitido.
Correos ha defendido reiteradamente la integridad del proceso, y no existe ni una sola prueba que avale las insinuaciones de fraude. Tampoco hay resolución judicial que haya dado por buena una denuncia de ese tipo, más allá de las especulaciones de algunos perfiles ultras que mantienen el relato del “robo electoral”.
Sin embargo, esta mentira ha sido amplificada por plataformas digitales y tertulias políticas, que no dudan en presentar a Díez como si fuera una operadora encubierta del PSOE en plena jornada electoral. Una construcción completamente falsa que, sin embargo, ha calado en redes sociales y ha sido recogida sin reparos por dirigentes como Sémper, a pesar del daño que provoca.
Por su parte, desde el PSOE han reprochado a los populares que quieran poner en duda el resultado de las últimas elecciones. “No porque haya pruebas, ni argumentos, ni razones. Lo hacen porque no soportan que España no los eligiera. Feijóo aún arrastra la frustración del 23 de julio. Y ahora apunta directamente al voto por correo, cuestionando incluso a una empresa pública como Correos”.