La sesión de control al Gobierno celebrada este miércoles en el Congreso de los Diputados ha tenido un claro carácter tributario. Con la reforma del sistema de financiación autonómica y la posible singularidad de territorios como Cataluña sobre la mesa, a la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, le ha tocado encarnar el papel protagonista, enfrentándose a los argumentos de la derecha y la extrema derecha. El primer turno de ataque ha sido del Partido Popular, representado por Cuca Gamarra y Elías Bendodo, secretaria general y coordinador general del partido.

La primera en cargar ha sido Gamarra, que ha acusado al Ejecutivo de “comprar el poder” a costa de “la igualdad común de todos los españoles”. Al quite, Montero se ha acordado rápidamente del presidente de Argentina, Javier Milei, que estuvo la semana pasada en Madrid, junto a Isabel Díaz Ayuso, menospreciando la redistribución de la riqueza y la justicia social, a la que tildó de “aberración”. “No hay igualdad sin justicia social, contra la que ustedes votan sistemáticamente y que algunos consideran una aberración, justo a los que ustedes dan medallas”, ha trasladado la vicepresidenta primera.

Montero ha ido más allá y ha lamentado que Gamarra haya obviado la alusión a Milei, evitando condenar las palabras que pronunció contra uno de los principios básicos del Estado del Bienestar que rige las democracias occidentales. “Cada día es una oportunidad para que cada uno demuestre a que principios y público responde”, ha introducido, mostrándose consternada porque ni el PP ni Alberto Núñez Feijóo se hayan desmarcado del discurso ultra de Milei, “no vaya a ser que se mosqueé la señora Ayuso”.

“No se trata de discursos, sino de los hechos políticos que cada uno protagonizamos”, ha continuado, introduciendo el ataque contra la justicia social y la redistribución que está siendo perpetrado por los Gobierno del PP en diferentes comunidades autónomas. “Ustedes están permanentemente en contra de la mayoría social, bajando los impuestos al 0,2% de la población con más poder adquisitivo; nosotros trabajando para la mayoría social, las clases medias y trabajadoras e intentando acompañar a los hogares y al tejido productivo”, ha zanjado su intercambio con Gamarra.

Bendodo se hace un lío con las cifras

Las respuestas dadas a la secretaria general de la oposición no han bastado al PP, que ha vuelto a la carga con Bendodo. “El sanchismo ha hecho de la mentira y del cambio de opinión la columna vertebral de su política”, ha señalado el malagueño, que ha asegurado que la actual ministra de Hacienda está muy alejada de los planteamientos de la que fuera consejera de la misma materia en Andalucía. Al respecto, le ha recordado a Montero que, en 2016, demandaba un aumento de 4.000 millones de euros de fondos para Andalucía. “¿Dónde está esa Montero?”, se ha preguntado.

La pregunta buscaba pillar desprevenida a la ministra, pero ha pinchado en hueso. “Piden ustedes 4.000 millones anuales más de lo que había en Andalucía en 2016 y este Gobierno está transfiriendo 6.000 millones anuales más que en esa fecha”, ha cargado Montero, que se ha mostrado perpleja cuando Bendodo ha incidido en la misma cuestión durante su repregunta. Un aumento de 6.000 millones es mayor a uno de 4.000, algo que parece evidente, pero que el coordinador del PP ha pasado por alto.

Es ridículo que ustedes permanezcan impasibles en una propuesta que se hizo con los datos del 2014, tengan por lo menos la valentía de actualizar ese informe”, ha expuesto. “Su propuesta en materia de financiación autonómica es la nada, cero. El PP no tiene una propuesta para la reforma del sistema de financiación autonómica”, ha continuado, recordándole a su contendiente que el partido del que forma parte propuesto en 2012 una financiación singular para Cataluña y, cuatro años después, el que ahora es el presidente del partido aseguró que “de todo se podía hablar” al ser preguntado por un posible concierto económico catalán.

Turno de Figaredo

El intercambio que suelen protagonizar Montero y José María Figaredo, diputado de Vox, ha sido más calmado de lo habitual esta semana. El ultraderechista ha señalado al Ejecutivo por el precio de los alimentos, una supuesta caída de la renta media y un incremento de la presión fiscal. Como respuesta, la ministra de Hacienda ha hecho alusión a la OCDE y sus datos oficiales, que apuntan que la renta media está por encima de los niveles prepandemia, con cifras que no se conocían desde 2007.

Va a hablar Vox de precariedad laboral, si votaron en contra de una reforma laboral que ha permitido que tengamos contratos y afiliación récord en nuestro país. Con ustedes, con la derecha gobernando, hubo los mayores despidos en nuestro país”, ha señalado la vicepresidenta, que ha querido concluir aludiendo a la materia impositiva: “no se puede ejercer la presión fiscal a la baja, reduciendo a los ricos de un territorio la capacidad de aportar fiscalmente y luego quejarse diciendo que no tienen recursos y exigiendo a otros territorios, que sí mantienen la presión fiscal, que se tenga una mayor solidaridad con esa parte de España”.