La Ley de Vivienda sigue encasquillada, aunque las últimas perspectivas expuestas por el Gobierno abren la puerta a un desbloqueo "antes de finales de año". El Ejecutivo "confía" en que el texto, uno de los grandes compromisos de esta legislatura, se sigue negociando entre los dos socios de la coalición. Aún quedan "asuntos pendientes", pero en Moncloa ponen el foco en los "avances" frente al "camino que queda por recorrer". 

El ala socialista del Gobierno esquivó la bala de la Ley de Vivienda durante la negociación del anteproyecto de Presupuestos Generales del Estados con Unidas Podemos. Sus socios morados buscaron la manera de introducir este articulado en las cuentas públicas. Sin suerte, postergando la aprobación del texto a finales de año o más allá.

"Confiamos en que la Ley de Vivienda pueda ver la luz antes de final de año", ha ratificado este martes la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. La titular del ramo ha centrado el tiro en los "grandes avances" en las negociaciones. De hecho, se han transaccionado "más de 400" enmiendas de las 800 que se presentaron en un inicio. "Es mucho más lo que hemos recorrido que lo que queda por resolver", ha desgranado. 

Las incógnitas de la ecuación se van despejando con relativa tranquilidad, siempre sin retirar la vista de ese 31 de diciembre, aunque no se asume como un deadline sino más como una fecha orientativa. Por el momento, lo que ha trascendido es que las enmiendas analizadas han permitido la mejora de cuestiones con "ámbitos diversos" en el marco del articulado, como los marcos competenciales del Estado y las autonomías. En este sentido, Sánchez ha establecido como objetivo del Ejecutivo el "escrupuloso cumplimiento" de las competencias en esta área, evitando así posibles represalias judiciales. 

En el marco aún de la Ley de Vivienda, Sánchez ha desgranado la incorporación a ella de otras medidas vinculadas a la habitabilidad, eficiencia, refuerzo de situaciones de vulnerabilidad o incluso la clarificación de competencias. Los asuntos pendientes no han impedido la persistencia de la actividad negociadora entre las partes para que, según Moncloa, el texto esté presentable antes de final de año y rematar el 2022 con su aprobación. 

La prórroga del tope del alquiler, en el aire

Moncloa entiende que hay vida más allá de la ley de la discordia y, por ello, han anunciado una batería de medidas para que la vivienda pierda esa pátina de "bien inasumible" para los sectores más vulnerables. En este sentido, Sánchez no ha descartado la limitación del incremento del precio de los alquileres toda vez se supere su fecha de vencimiento, el 31 de diciembre de 2022.

El Ejecutivo es "consciente" del contexto de incertidumbre e inflación que subyace de la guerra de Ucrania y previamente de la pandemia del coronavirus. Ante este escenario, Sánchez ha abierto la puerta a mantener esta medida, la cual está aún "sujeta a análisis", aunque ha añadido que esta no ha sido la única propuesta de la coalición en materia de vivienda, orientando su discurso hacia el bono joven de ayuda al alquiler u otras medidas adheridas al Plan Estatal de Vivienda, que protegen a colectivos más desfavorecidos. Por ello, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha advertido que la Administración no escatimará en sus esfuerzos destinados a esta parcela. 

De este Consejo de Ministros ha emanado una medida para repartir 10 millones de euros a las Comunidades Autónomas para destinarlos a la compra de vivienda en alquiler asequible a la Sareb. Hasta la fecha, las administraciones regionales solo podían obtener el 60% de esa vivienda y ahora podrán hacerlo con el 100%.

Recta final por el Poder Judicial

En otro orden de cosas, la ministra de Política Territorial y portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, ha enfatizado que las conversaciones con el Partido Popular para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) encaran su "recta final". Las negociaciones continúan hacia adelante, aunque "no sin dificultades". 

Por ello, como ya hiciera la portavoz socialista y ministra de Educación, Pilar Alegría, este pasado lunes, se ha abonado a la "prudencia" para no alterar el curso natural de las conversaciones. Asimismo, ha declinado esbozar "consideraciones" sobre nombres propios tras ser preguntada por la inclusión de Vicky Rosell en la composición final del órgano de gobierno de los jueces. "Estamos abordando los temas más complejos. Es la fase más complicada", ha despachado Rodríguez. 

Bandazos en Génova

Por otro lado, la ministra portavoz ha ahondado en el ejercicio de desmarque del Partido Popular después de loar las políticas de bajadas masivas de impuestos de la ya ex primera ministra del Reino Unido Liz Truss. "Es un volantazo para evitar salirse de la curva en el último momento", ha indicado Rodríguez, que no ha podido contener la sonrisa ante el equilibrismo de sus adversarios. 

"Pareciera que los demás no tenemos ojos y oídos para escuchar y leer lo que ha dicho el PP en relación a su política económica y los aplausos a la dimitida Truss", continuaba la ministra portavoz, mientras tildaba de "grosero" que Feijóo cambie de argumentario de un día para otro. "Está todo publicado en los medios y es muy fácil de verificar", ha rematado. Así, Moncloa ha centrado el tiro en la robustez del "proyecto político" del Gobierno, adscrito a una hoja de ruta delimitada, frente a la ausencia de este en Génova 13.